Después de un año de ausencia, vuelvo a daros la tabarra con lo que más he escuchado en 2017. Muchas canciones se han colado a través de bandas sonoras, otras por descubrimientos más o menos casuales, mi manía de escuchar la BBC6, y recomendaciones varias (aunque creo recordar que ninguna del bot Spotify y sí de algún humanoide).

The Roots – ‘It Ain’t Fair’ (2017)

Canción que pone broche final a Detroit (Bigelow, 2017), una película aterradora que da más miedo que Get Out (Peele, 2017) – o quizás provoca otro tipo de terror que viene del mismo sitio y que ahí sigue muchas décadas después. La banda sonora de Detroit incluye a Martha Reeves & The Vandellas, Marvin Gaye, John Coltrane, y The Dramatics, entre otros. Música que acompaña a la violencia racial y que termina con esta canción de The Roots, que mezcla géneros y pone voz al enfado y a la tristeza de aquellos que todavía luchan por ser libres. #nominadaKatherine

Edoardo Vianello – ‘Guarda Come Dondolo’ (1962)

“Do you know how to dance the twist?” le pregunta Francesca a Dev en la segunda temporada de Master of None (Anzari, Yang), que empezaba con un homenaje a Ladrón de Bicicletas (De Sica, 1948) y seguía con referencias casi siempre nostálgicas y romantizadas a Italia. Esta segunda temporada nos ha dado capítulos maravillosos (‘Thanksgiving’) y también una buena banda sonora – la autora de este artículo cuestiona sin embargo la inclusión de Los Vengaboys, pero es una cuestión personal. En una temporada agridulce, me quedo con el twist.

Michael Kiwanuka – ‘Cold Little Heart’ (2016)

La primera canción del segundo disco de Kiwanuka, Love & Hate, son 9:58 minutos de auténtica maravilla que empieza con unos minutos instrumentales, acaba con unos versos desgarradores en acústico y cierra círculo volviendo a lo instrumental. Íntima, emocional, y bella, este londinense merece ser escuchado. Y el videoclip con Keith Stanfield (Get Out, Selma) es un perfecto acompañamiento.

Kate Tempest – ‘Europe is Lost’ (2016)

Llevo más de un año escuchando a Tempest, otra londinense. Escritora, poeta, dramaturga, y rapera/spoken word artist. Su último disco, Let Them Eat Chaos, empieza con ‘Picture a Vacuum’, poema que se acelera y pasa de una contemplación tranquila a la confusión. ‘Picture a Vacuum’ acaba con los versos: “And these are the only times you have known/“Is this what it’s come to?” You think/ “What am I to make of all this?”. El disco de Tempest parece un intento de responder a ésta última pregunta, de explicar un momento específico en la historia de la madre Tierra con insomnes preocupados por un futuro incierto. ‘Europe is Lost’ y ‘Ketamine for Breakfast’ han sido mis favoritas, pero hay que elegir.

Nina Simone – ‘Feeling Good’ (1965)

Nina Simone está fija en mis listas de reproducción varias y ‘Feeling Good’ está en algún CD desgastado y habrá que agradecer a los avances tecnológicos que la opción de repeat venga sin riesgos. Este año fue toda una sorpresa encontrarla en la banda sonora de la adaptación a la pantalla de The Handmaid’s Tale, novela de la autora canadiense Margaret Atwood, que también he de admitir está algo desgastada, subrayada y anotada. Recomendables la novela, la adaptación, y Nina Simone.

Bob & Earl ‘Harlem Shuffle’ (1963)

Y seguimos para bingo. Si bien Baby Driver no me pareció la mejor película de Edgar Wright (sin que eso signifique que sea mala y agradeciendo la presencia de Jon Hamm), su banda sonora es muy acertada. Jonathan Richman and The Modern Lovers, Blur, Martha Reeves & the Vandellas, y por supuesto, Simon & Garfunkel con su ‘Baby Driver’. En la carrera por las más escuchadas de esta banda sonora también ha estado ‘The Edge’ del escocés David McCallum, que luego utilizaría Dr. Dre. Pero me quedo con ‘Harlem Shuffle’, que además aparece en la secuencia de los créditos de apertura, con un aire de videoclip del que soy fans.

Rufus Wainwright ‘April Fools’ (1998)

Aunque soy más de Martha Wainwright, tuve la oportunidad de ver a Rufus Wainwright el pasado año en el teatro principal de Zaragoza. He de admitir que le tenía un poco perdida la pista a Rufus Wainwright pero escuchar de nuevo sus discos fue un bienvenido redescubrimiento. Y no digamos el gustazo que te llevas como filóloga al ver que en 2016 había sacado un disco de sonetos de Shakespeare, que incluye a Carrie Fisher leyendo el Soneto 29. En ‘April Fools’ Martha se une a su hermano en una de sus múltiples colaboraciones en la que se juntan sus dos inconfundibles voces.  

Patti Smith – ‘Land’ (1975)

Aquí el amigo Víctor Navarro me mangó M Train a comienzos de año, aunque no se lo tengo en cuenta dado nuestro gusto compartido por Patti Smith. El libro de Smith comienza con un sueño: “No es fácil escribir sobre nada”. Pero Smith escribe de todo, especialmente de lo cotidiano, con una sobriedad que recuerda a un estilo narrativo japonés. Si Víctor ha estado escuchando algo más reciente, yo he seguido escuchando obsesivamente ‘Land’. Llamadme clásica.

Trigger warning: aquellos adictos al café abstenerse de leer M Train.

Courtney Barnett – ‘Avant Gardener’ (2013)

Aunque Barnett haya sacado un nuevo y recomendable disco junto a Kurt Vile este pasado año, yo he seguido escuchando ‘Avant Gardener’, de su primer disco. No me canso de escuchar esta historia de ansiedad que resulta incluso cómica o, por lo menos, irónica. Como canta Barnett en “Pedestrian at Best”, una de las canciones de su segundo disco, somos testigos de sus monólogos internos que expresan una “bittersweet philosophy”.

The Velvet Underground – ‘I’m Beginning to See the Light’ (1969)

En años difíciles y de “deadlines” importantes, la voz de Lou Reed y los siempre agradables acordes de The Velvet Underground animan bastante.

Le Tigre – ‘Hot Topic’ (1999)

Esta canción de Le Tigre es un agradecimiento a aquellos, y especialmente a aquellas, que levantaron sus voces y que han contribuido de alguna forma a hacer de este mundo algo mejor y algo más libre, desde Spivak y Angela Davis a Sleater-Kinney, Gertrude Stein, James Baldwin, Billy Tipton, Nina Simone, o Yayoi Kusama.

Alex Turner – ‘Stuck on a Puzzle’ (2011)

¿He dicho ya que aquí había mucha banda sonora? Esta vez le toca a Submarine (Ayoade, 2010) y las canciones de la película están escritas y cantadas por Alex Turner, de Artic Monkeys y The Last Shadow Puppets. Por mucho que me gusten los grupos de Turner, es todo un lujo escucharlo en solitario, con un ritmo tranquilo y melancólico, que se adapta muy bien al de la película.

Wolf Alice – ‘Silk’ (2015)

Wolf Alice ya han aparecido en anteriores listas de La Inercia. Y se merecen aparecer de nuevo. Hay algo magnético en esta canción que hace que la quieras seguir escuchando. Quizás sea el final de la canción, que parece abrupto y pide a gritos empezar de nuevo.

Ojete Calor – ‘Qué bien tan mal’ (2017).

Mención especial para Ojete Calor, que han aparecido en todas las recomendaciones (3 de 3, would recommend). Y sólo añadiré una palabra: SEÑORAS.