Un pasatiempo musical: fijarte en una canción en tus antípodas estilísticas, llevarla a tu terreno o retorcerla hasta hacerla irreconocible. La versión imposible, esa adaptación libérrima, el matrimonio entre dos universos musicales contrapuestos, discurre entre el estrépito y la genialidad. Este jugar con fuego suele tener resultados irregulares (o sea, regulares) y el shock amenaza a la vuelta de la esquina, habida cuenta de que nuestro tierno espíritu no está diseñado para escuchar a Javier Álvarez metiéndole mano al Aserejé, a Antonio Orozco cantando Mojinos Escozíos o a éstos el Probe Miguel (que en paz descanse aquella abuela de Triana Pura).

Éstas son algunas de las perversiones de dos experimentos en forma de discos realizados por El Jueves hace algunos años bajo el título de Versión Imposible. Documento escalofriante es ‘Se nos rompió el amor’, de Rocío Jurado, en las rudas manos de A palo seko. Medio minuto de cuerdas rollo vals mantienen el asunto bajo control pero se desboca cuando entra la voz calimochera, cazallera, de lija del siete y gravísima, en todos los sentidos. Si la más grande levantara la cabeza. En la misma línea está el otro fantástico engendro, a cargo de ‘Narco’, que perpetran ‘A quién le importa’ de Alaska. Ya avisan con un gutural grito de varios segundos, ahí, marcando territorio cual mala bestia parda para luego atronar con la velocidad animalizada de ejecución marca de la casa; algo maravillosamente indigerible. Dos joyitas de ultratumba, vamos.

De estos dos álbumes del Jueves, destacaría ‘Eres bellísima’, buena versión de Bunbury de un tema de Celentano y una lamentable interpretación de Cifu (sí, así se hacía llamar Jesús Cifuentes, ex Celtas Cortos, que aún anda vagabundeando en su etapa en solitario) de ‘Hoy no me puedo levantar’, el himno chorras de Mecano. Y, por último, ahí está un título que me hace gracia, ya que Aerolíneas Federales cambian el ‘Video killed the radio star’ de ‘Buggles’ por ‘Mi vídeo no tiene mando a distancia’.

Llevo unos días escuchando a Piratas por Antonio Machín, uséase, ‘Bésame mucho’, ese trozo de folklore patrio sudamericano que ya es del pueblo, en manos de una de las bandas imprescindibles del rock en España en la última década. La canción en castellano más versionada de la historia (ni Los Beatles se resistieron a tamaña dosis de romanticismo azucarado) pasó por el filtro de los Piratas más áridos y experimentales, en una última etapa de escarceos con la electrónica y el ruido. Iván Ferreiro y sus secuaces se desmarcan con cinco minutazos de programaciones, distorsiones y ramalazo ‘chill’, además de esas escaladas paranoicas que nacen en la paz y rompen en atmósferas apoteósicas. Tampoco es fácil encontrar a la criatura: habita en ‘Inerte’, un raro EP de 2003 con cinco canciones, una de ellas otra versión imposible de ‘Esta es tu vida’, tema de los Hombres G más decadentes.

Otros que se apuntaron a estas versiones curiosas son Los Enemigos, una de mis bandas favoritas. A la memoria me vienen un par de rarezas: un sucio cover de ‘Waterloo’ de Abba (qué manera de catalizar el pop nórdico a través del rock de Malasaña) y una iracunda versión de ‘Señora’, de Serrat. Furiosa, veloz e impecablemente rockera. Hay muchas más perversiones por ahí: el Drogas cantando Tequila, Niños Mutantes dando buena cuenta de Raphael o todo el indie español homenajeando a Mecano con desiguales resultados. Ahora propongan. ¡Venga esas versiones imposibles buenas!

raúl