Este año no he estado especialmente atento a las novedades discográficas (en realidad me sucede siempre, por ejemplo en 2015). Por eso entre las canciones que más me han gustado en 2016 tan solo hay cinco publicadas desde el pasado mes de enero. Mis temas favoritos de este año pueden haber sido compuestos en los noventa, ser un himno generacional pasado de moda o la canción que sonaba en las reuniones de la Stasi. Si he de quedarme con algo de mi 2016, sería con:

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David Bowie – ‘Rock ‘n’ Roll Suicide’ (1972)

Asusta darse un paseo por la discografía de David Bowie y comprobar la gran cantidad de canciones maravillosas que grabó y que hoy en día son desconocidas para el gran público. Una de ellas es ‘Rock ‘n’ Roll Suicide’ (que cierra el mítico disco ‘Ziggy Stardust’), que aparece en esta lista como podrían haberlo hecho muchas otras que he ido descubriendo durante estos meses. Poco más que añadir: murió Bowie y, sin él, el mundo es un lugar bastante peor.

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Triángulo de Amor Bizarro – ‘Nuestro siglo Fnord’ (2016)

Cuatro discos, cuatro pelotazos de Triángulo de Amor Bizarro. Los gallegos se siguen reinventando en cada álbum, si bien es cierto que ‘Nuestro siglo Fnord’ (ojito al significado de la palabra) podría haber aparecido en cualquiera de ellos. Me entusiasma este tema que contiene los rasgos definitorios del grupo: guitarras que parecen escupir balas, un ritmo vertiginoso pero popero a la vez, y una letra violenta, que duele sólo con escucharla. Y además es el mejor videoclip del año. Casi nada.

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Sufjan Stevens – ‘All delighted people’ (2010)

Dicen que Sufjan Stevens es un genio y no seré yo quien lo discuta. ‘All delighted people’ es un torrente de creatividad que se alarga durante casi doce minutos en los que la intimidad y la épica se van intercalando a través de unos arreglos orquestales y unos coros sorprendentes. ‘All delighted people’ es capaz de provocar a la vez alegría y tristeza, melancolía y vitalidad. Amigo Sufjan, dicen por ahí que eres un genio y al final va a ser verdad.

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Harrison Ford Fiesta – ‘The armchair and the tentacle’ (2016)

Después de escuchar la maqueta ‘Fluctuaciones espacio​-​temporales nada menospreciables’ una y otra vez durante más de un año (y de recomendarla asiduamente a cualquiera que pasase por mi lado), finalmente apareció el disco de Harrison Ford Fiesta. Y me alegró comprobar que pese a la mutación que han sufrido los temas de la maqueta (a algunos les sienta mejor que a otros), mi canción favorita del grupo tarraconense, ‘The armchair and the tentacle’, no ha perdido esa magia suya tan característica.

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Franz Ferdinand – ‘All my friends’ (2007)

Franz Ferdinand (¿qué habrá sido de ellos?) superan aquí un reto mayúsculo como es mejorar una canción que ya es casi perfecta. ‘All my friends’ de LCD Soundsystem es un señor temazo, pero los Ferdinand le dan un nuevo sentido gracias a esas guitarras juguetonas que no dejan de enmarañarse. Me obsesiona esa sensación de que el tema no deja de crecer en ningún momento hasta que termina explotando con ese grito aparentemente inocuo pero cargado de significado: «Where are your friends tonight?».

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Compass – ‘Explotar’ (2016)

En el artículo ‘10 motivos por los que juego al FIFA pese a tener más de 30 años’ escribí esto sobre la saga de videojuegos de fútbol: «Aunque no deje de ser una trivialidad, lo cierto es que se agradece que entre partido y partido suenen temazos y se puedan descubrir nuevas canciones cada año». El FIFA 17 no ha sido una excepción. Y ‘Explotar’, un tema chulesco, algo reggaetonero y que no se parece en nada a la música que escucho habitualmente, ha sido el gran gol por la escuadra de la presente edición.

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Dente – ‘La presunta santità di Irene’ (2009)

Algunas de las canciones que aparecen aquí las he conocido gracias a ‘Descubrimiento semanal’, una lista personalizada generada por Spotify con artistas que supuestamente pueden gustar al usuario. A veces lo consigue y otras no (ese algoritmo dista bastante de ser perfecto), pero qué placer cuando la maquinita te sirve en bandeja joyas como ‘La presunta santità di Irene’, que en ocasiones ha sonado en bucle durante horas en mi habitación y ha conseguido que después de muchos años vuelva a interesarme por la música en italiano. ¡Grazie mille, Spoti!

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Vainica Doble – ‘Caramelo de limón’ (1971)

No sé qué tiene Vainica Doble que me obsesiona y desconcierta a partes iguales. Mi trastorno surge porque esa música, esas letras y esa forma de cantar no han nacido para fusionarse. Algo no funciona bien, y sin embargo es un error que me fascina. Por algún motivo las canciones de Vainica Doble, como las películas de David Lynch, me dan un poco de miedo, y este ‘Caramelo de limón’ ya ha sido la banda sonora de alguna que otra pesadilla.

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Micah P. Hinson – ‘The possibilities’ (2004)

Uno de los grandes descubrimientos que he hecho este año ha sido el de este cantautor de Memphis de cara rara y que por cosas de la vida hace unos años estuvo hospitalizado en Valls (a 20 kilómetros de mi casa) tras un accidente de tráfico. Adoro a Micah P. Hinson porque puede ser el más cantautor de los cantautores pero también experimentar con su música como el más indie de los indies. Un portento que ojalá hubiese conocido antes.

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Manel – ‘Jo competeixo’ (2016)

No hay discusión posible: ‘Jo competeixo’ es una de las mejores canciones que los Manel han grabado nunca. Ocho minutos muy bien aprovechados en los que el narrador se ríe de nosotros (y de sí mismo), nos chulea (aunque también se muestra condescendiente) y nos da una clase magistral sobre las dificultades de la vida moderna («si compites, acabarás perdiendo«). ‘Jo competeixo’, que es estructuralmente perfecta (un bucle que podría sonar infinitamente), me reconcilia con un grupo que últimamente me había provocado más penas que alegrías.

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Tigres Leones – ‘Fiesta’ (2015)

La escogida ha sido ‘Fiesta’, pero el honor de aparecer en esta lista podría haber recaído en ’10 formas de matar el miedo’, ‘El tambor’, ‘Hablan sobre mí’ o ‘TQM’ (en realidad, casi en cualquiera excepto ‘Marte’, que ya se coló el año pasado). Como verán, ‘La Catastrofía’ (2015) de Tigres Leones es un disco que me apasiona, sin duda el que más veces he escuchado este año, porque está lleno de canciones pegadizas con letras divertidísimas («es una gran fiesta a pesar del mal olor») que aunque lo intente no puedo dejar de cantar.

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Voilaaa – ‘On te l’avait dit’ (2015)

Hace unos años escribí esto sobre mi amigo Víctor: «Una vez entras en su playlist de canciones favoritas, no vuelves a ser el mismo. Una vez entras en su playlist de canciones favoritas, tu destino más probable es el frenopático». El tiempo ha pasado pero yo sigo visitando regularmente esa lista, que sigue siendo un pozo de locura que parece no tener fondo. Gracias a ello puedo descubrir obras fascinantes como ‘On te l’avait dit’, que me ha abierto las puertas de un enigmático mundo que exploraré pronto: el afrobeat.

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Lori Meyers – ‘Veneno-polen’ (2016)

Mi yo musical viene determinado por la poderosa influencia que ejercieron sobre mí los primeros discos de los Niños Mutantes. La propuesta de que otros grupos versionasen sus canciones me encantó, si bien los resultados no han sido los esperados. En todo caso, el intento ha valido la pena aunque sólo sea por esta versión de ‘Veneno-polen’ de sus compadres granadinos Lori Meyers, que nos descubren que este tema funciona incluso mejor cuando suena en formato acústico.

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Brian Eno – ‘Spider and I’ (1977)

Lo confieso: estoy absolutamente enamorado de esta canción. Quizás porque sus breves versos (Spider and I sit watching the sky on a world without sound. We knit a web to catch one tiny fly for our world without sound. We sleep in the mornings, we dream of a ship that sails away a thousand miles away) son misteriosos y es difícil adivinar si es una canción terriblemente triste o tan solo melancólica. Quizás estos versos no tienen ningún significado especial, o pueden querer decir muchas cosas. Desconozco las respuestas (en el caso de que éstas existan). Lo único que tengo claro es el significado que ‘Spider and I’ ha tenido para mí: el descubrimiento de la belleza en su forma más pura.