Va aquí una hora de radio en la que les enseñamos a identificar carros de compra perdidos del este de Norteamérica (mentira), anunciadores de juegos de lucha, adaptaciones de series españolas en la tele americana, vecinos coiteando, comidas pedantes, libros distópicos y explotaciones infantiles de la infracultura musical. Podríamos ser más didácticos pero entonces acabarían el programa con un título colgado en la pared y les tendríamos que cobrar mogollón de tasas.