Nos volvemos locos y hacemos medio programa por teléfono: al otro lado de los hilos están Juanjo, Joana y V; en el estudio, Adrián, Raúl y Cano el Cuarto. Hablamos bastante de cine, de deportes y asesinatos, de discos de silencio, de música, crowdfunding, literatura y de la programación de IB3. La sede de La Inercia en Palma de Mallorca acaba como lugar de culto en la isla y Cano el Cuarto sigue dándole vueltas a su amigo imaginario Silvio Makelele. Si todo esto les suena mogollón de extraño, es que aún no han oído nada.

Buenas noches y bienvenidos a La Inercia, un programa casi cultural para gente a la que le gusta llegar tarde. De noche todos los gatos son pardos y todas las cosas pillan lejos, y la actualidad que tanta prisa nos metía por la mañana ha desaparecido en una maraña de hashtags y titulares compartidos a toda prisa.

Correr al ritmo de la actualidad requiere sprints agotadores y nosotros somos trotadores de fondo. Preferimos contemplar la cultura por la espalda, que tiene buen culo y no se da cuenta. La actualidad sólo lo es durante un rato y mañana ya no será nada, mientras lo contrario, que no tiene una palabra que sirva de antónimo, queda siempre en una biblioteca interminable reservada a los más pacientes.

Pase de la actualidad, relájese y eche la noche con nosotros, intrépidos navegantes de las aguas internacionales de la cultura. Diga no a la cultura de actualidad o a la actualidad de la cultura y sí a la vigencia. Como siempre, tarde y mal, empieza La Inercia.