Nos dijo Nacho Vegas en su entrevista que su palabra favorita era «extraño», y no es difícil entender por qué. Nos aventuramos en un concierto suyo por quincuagésima (o séptima, o cuarta, o sexta, o tercera) vez y volvemos a encontrarnos con esa familiar extrañeza del asturiano.

extraño, ña(Del lat. extranĕus).
1. adj. De nación, familia o profesión distinta de la que se nombra o sobrentiende, en contraposición a propio.

Esta vez Nacho juega en nuestra casa, en el pub Highland (un enorme irlandés donde antes se levantaban unos históricos cines). Lo trae Heineken dentro de su programa Music Selector, que además de tener un cartel atractivo trata muy bien a la prensa. Nos ponemos a la cola y me da tiempo a observar la expectación y la adoración de los asistentes. Pasan Nacho y Boba y los esperantes se revolucionan. Tarragona es vegasiana.

2. adj. Raro, singular.

Nos apelotonamos ante el escenario, de pie. La sala se abarrota y la ventilación no está a la altura. Acabaremos a punto del sofoco, pero de momento ahí sale Vegas, empuñando su guitarra y abriendo boca con su versión de ‘The Stranger Song’ de Cohen. Luego se suman Boba y el eterno Xel Pereda, dos virtuosos que vestirán los temas con guitarras, banjos, mandolinas, pianos y acordeones. Todo al servicio de esas letras que nos sabemos de memoria y nos siguen atrapando como la primera vez. La voz de Vegas es sensible, tímida, de una fragilidad curtida e imbatible. Nadie suena como ellos, nadie compone como él.

3. adj. extravagante.

Nacho se dirige poco a la platea (incluso menos de lo habitual), aunque lo hace con amabilidad. Siempre he evitado la vulgaridad de hablar de sus adicciones y flaquezas humanas, pero hoy lo veo agotado, abatido. Me pregunto por su salud, por sus hábitos: dejo el malditismo y la decadencia para la poética barata; prefiero un Nacho sano y centrado. ¿Lo estoy viendo?

4. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte.

El trío ejecuta con esmero trozos de perfección como ‘Cuando te canses de mí’, ‘Perplejidad’ o una ‘Días extraños’ que convierten en un viaje suave, melancólico, casi un eco resignado y resabiado de aquella malignidad vital de otros tiempos. ‘Canción de palacio #7’ suena tan bien o mejor que en l’Auditori, las desventuras de miss Carrusel nos hacen viajar una década atrás y ‘La gran broma final’ cierra el repertorio con sus aires de himno herido. El único tema que escuchamos por primera vez en vivo es ‘Cómo hacer crac’, que ya nos tiene atrapadísimos. Los bises serán para ‘Ocho y medio’ y ‘El hombre que casi conoció a Michi Panero’: Vegas la sigue cerrando con ese festivo crescendo de tarareos que ya nos descubrió en otros conciertos.

5. adj. Que no tiene parte en algo.

Hoy nos hemos puesto la chaqueta de fans. Buscamos esa foto, esa firma que lucir con orgullo. Siempre nos hemos contenido, pero tenemos a Vegas a pocos metros, en nuestra ciudad. Esperamos al pie del escenario y le vemos calzarse unos cubatas con amigos. Sale Boba, Cano y yo le saludamos y le felicitamos de nuevo. La espera es larga, y cuando al fin cruza la puerta del camerino, Nacho avanza disparado hacia la salida. Odio representar el papel de fan eufórico, pero hago una finta y le entrego el vinilo de ‘Cajas de música’, charlo con él y nos retratan juntos. Vegas parece estar en otro mundo y su séquito le arrastra, haciendo que las diez o quince personas que salen a su paso parezcan muchas más. El momento nos deja un regusto incómodo.

6. m. Movimiento súbito, inesperado y sorprendente.

Ya en casa, repaso el setlist (aquí lo tienen en Spotify para su uso y disfrute). Como sucede tras cada concierto, intento reequilibrar persona, personaje y música. No sé cuál es más extraño al otro, si en alguno de ellos podría encontrar a Ignacio González Vegas, Nacho Vegas o al Hombre Que Casi Conoció. Tampoco sé si merece la pena. Libre del lastre de la mitomanía, me dejo llevar por esas composiciones que se enquistan, por el sabor de un concierto inexplicable, sabiendo que no será la última vez que me zambuya en el extraño mundo del asturiano.

V the Wanderer