Tres canciones, 248

La elección de Withor

LA CABRA MECÁNICA – QUE TE FOLLEN

Como tantas recomendaciones que se hacen en esta web (por lo menos mías), todo empieza con un error. Hace unas semanas me pregunté qué habría sido del Lichis, y no negaré que sopesé seriamente la posibilidad de que el pobre estuviera descansando en la caja de pino, y yo con estos pelos. No fue una idea casual, ni mucho menos malintencionada. Llegamos hace un tiempo a la conclusión de que cuando un famoso desaparece de un día para otro y parece haber sido engullido por la tierra… quizás es que ha sido engullido por la tierra.

Vamos allá con las premisas: el último disco de La cabra mecánica es de 2009 (si bien es cierto que yo pensaba que era el ‘Hotel Lichis’, de 2005). Además, hacía eones que no leía ninguna entrevista suya, ningún reportaje, ni siquiera daba señales de vida en forma de noticia morbosa como pasa de tanto en tanto con los M-Clan y en un futuro sucederá a menudo con Melendi. Y, las cosas como son, no parecía una persona especialmente preocupada por su salud ni por tomarse un Biofrutas cada mañana. Conclusión: siguiendo este razonamiento (como hijo que soy de la silogística aristotélica), era lógico pensar que la muerte de Lichis era una eventualidad digna de ser considerada. Pero no. Afortunadamente, el Lichis sigue entre nosotros, los mortales. Y no sólo eso: hace menos de un mes que sacó su primer disco sin la cabra, titulado ‘Modo avión’.

Me alegro de que el Lichis esté bien, no sólo porque no suelo celebrar las desgracias ajenas, sino también porque me parece un buen tío. Es más, reconozco que lo admiro, porque es uno de los pocos artistas españoles que siendo mediático y estando en plena cresta de la ola decidió renunciar a la fama (y al poderoso caballero) y anteponer su valía artística. Algo que todos aseguramos que haríamos si estuviésemos en su lugar. La diferencia es que no lo hacemos como él, en plena vorágine, sino desde delante de nuestro ordenador, desde nuestras mediocres existencias.