Cae un solaco del demonio en la Plaça de la Font. Me cito con tres de los cuatro miembros de Satèl·lit, la banda que el año pasado ganó el concurso DO Tarragona y con la que había pendiente una charla. Joan (guitarra acústica, voz), Oriol (bajo) y Gerard (batería) desgranan así este proyecto adulto, minucioso y detallista, cosechando elogios con su EP homónimo de debut. Sin urgencias, con la madurez de grupos de juventud que se han quedado en el camino pero que han servido de aprendizaje, con el raro eclecticismo de lo que escuchan sus miembros, Satèl·lit cumple casi dos años de propuesta que se cuece a fuego lento y a paso firme.

Ha pasado un año desde que ganasteis el DO Tarragona y habéis publicado un EP. ¿En qué momento se encuentra ahora la banda?

Oriol Maymó: Estamos haciendo bolos, nos ha salido bastante cosa desde el DO Tarragona. En los ratos que nos quedan libres estamos componiendo temas nuevos para ampliar un poco el repertorio. Estamos esperando a parar ni que sea un mes, que no tengamos ningún concierto. Eso nos irá bien.

Joan Rubinat: Sí, realmente queda feo decirlo, pero con todo el empuje del DO no hemos parado. Enganchar dos o tres ensayos para componer ha sido dificilísimo. Salíamos a bolo por semana y queríamos preparar esos directos. Queremos tener ese espacio de tiempo para recluirnos en el local, mover las canciones que tenemos a medias, hacer un repertorio más largo y encarar la próxima grabación para sacarla antes del verano que viene. Queremos recluirnos, sin pensar en el concierto que tenemos pendiente.

Gerard Joan: Con el DO Tarragona, la Fira de Música al Carrer de Vila-seca y el Sona 9 hicimos conciertos importantes. Teníamos ganas de que quedaran bien porque en principio nos veía más público.

Oriol Maymó: Cuando compones es un trabajo muy independiente de tocar en directo. Si no tienes un tiempo seguido de entrar en esa rueda, es complicado.

Gerard Joan: Es nuestra manera de hacer. Le damos vueltas a los temas, somos meticulosos, los dejamos reposar… Quizás somos algo lentos, pero no es algo negativo.

Habláis de un periodo de composición laborioso. Escuchando el disco se nota que os gusta un sonido trabajado, limpio, pulcro. ¿Sois perfeccionistas?

Joan Rubinat: Mucho, muy perfeccionistas. No dejamos una cosa hecha y acabada. Los cuatro estaríamos sacando cosas del disco ya grabado, y hablamos de cuestiones de composición. Para nosotros nunca una obra está acabada del todo, igual que le pasa a mucha gente que trabaja en la vertiente artística. Apretamos mucho en los ensayos a la hora de sacar ideas. Hay canciones que se quedan agrupadas en bolsas. Nunca lo primero que sale se queda en el disco. Le damos 50 vueltas a cada canción… Encontramos cositas, va madurando… cuando nos convence a todos, aún sigue madurando esa canción. Somos muy meticulosos. Nunca nos gusta el trabajo al 100%.

Gerard Joan: Tenemos más canciones de las que tocamos en directo, pero quizás por esta autoexigencia preferimos hacer el concierto algo corto para el estándar, de 50 minutos, pero nos gusta estar satisfechos de todo lo que tocamos. No ponemos paja, no colocamos una canción para hacer diez minutos más de bolo. A veces decimos: ‘Osti, había diez canciones y ahora tenemos ocho. Llevamos dos semanas componiendo y tenemos dos canciones menos, ¿cómo puede ser eso?’. 

Oriol Maymó: Nos pregunta la gente cuántas canciones tenemos y parece que vayamos para atrás a cada ensayo. Las vamos aparcando si vemos que falla algo. En el fondo tocarías la canción y funcionaría, pero sólo con que haya una cosa que no nos convence, ya queda aparcada. Estamos componiendo, muy animados, y llega un momento en el que decimos: ‘¡De puta madre! ¿Cuántas tenemos? ¡¿Tres menos?!’. Eso pasa igual con las mujeres…

Joan Rubinat: (risas). ¡Esto lo puedes poner! Es el titular: ‘Con las canciones me pasa igual que con las mujeres’.

Gerard Joan: Sí, como más toco, menos tengo, ¿no?. 

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Todo esto debe venir de que cada uno tiene un perfil, una inquietud, y el consenso no resulta fácil.

Gerard Joan: Sí, pero aunque los cuatro seamos muy diferentes, tenemos claro qué es Satèl·lit.

Joan Rubinat: Sabemos cuándo una canción no es suficientemente Satèl·lit. Igual vemos que hay una canción muy buena pero que nos estamos yendo por un lugar que no nos interesa. Y es ahí donde tenemos el conflicto para mantener la identidad de la banda.

¿Cuál era ese sonido, ese planteamiento inicial?

Joan Rubinat: El sonido fue surgiendo. Al principio éramos nosotros tres y luego buscamos a un guitarrista y fichamos a Josep Maria. Lo que salió al principio era muy natural. La confluencia nos gustó muchísimo. Teníamos muy claro que queríamos hacer un proyecto en catalán, algo con toques acústicos, con una atmósfera algo fría. Yo venía de un trío de rock’n’roll y quería un cambio de tercio. Buscábamos algo más trabajado a nivel sonoro, más pausado, teniendo en cuenta que ya no tenemos 17 años para hacer según qué cosas. Eso estaba claro desde el principio. Lo que es Satèl·lit es la suma de los cuatro. Si alguien no estuviera, Satèl·lit sonaría a otra cosa, porque hay mucha ascendencia.

Gerard Joan: Es un sonido planteado de origen pero que se ha acabado trabajando sobre la marcha. Tienes una idea pero no vas a morir con eso. Aquel sonido inicial más inocente lo conviertes en algo más propio. El sonido sale espontáneo pero luego se trabaja. Oriol ha incorporado una caja nueva a la batería que tiene un sonido más de tambor. Son cosas que buscas porque igual la canción también te lo pide.

¿Hay democracia? ¿Qué pasa si alguien dice que no a una decisión?

Oriol Maymó: Se aparta del grupo, le echamos a la calle y la canción se descarta (risas).

Gerard Joan: Todo se discute pero si hay alguien que no ve claro algo, se descarta.

Joan Rubinat: Normalmente no llegamos a votación nunca. Somos una banda y lo más importante es disfrutar. Cuando hay un problema de que algo no gusta, se aparca y no pasa nada. Incluso eso, al final, por nuestra manera de trabajar, a lo mejor lo acabamos recuperando y haciéndolo de otra manera. Usamos la democracia musicalmente hablando, para que todo el mundo esté a gusto.

Gerard Joan: Luego llegará algún día en que cojamos bates de béisbol para decidir las cosas (risas).

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Habláis también de madurez. Tenéis largas trayectorias, otras experiencias, años de proyectos que habrán durado más o menos… ¿Qué aporta todo eso?

Gerard Joan: Son años en experiencias totalmente diferentes. Vengo de 20 años tocando blues. Esto fue un aire nuevo, trabajar las canciones de otra manera, con patrones y sonidos distintos. Eso te coge con 20 años y quizás no le encuentras ese punto nuevo, de tranquilidad, de madurez, dentro de nuestras limitaciones con el instrumento.

Oriol Maymó: Hace muchos años que nos movemos por los escenarios, hemos vivido de todo y eso nos da tranquilidad. Es un proyecto que cogimos con calma. No tenemos prisa. Sabemos que es difícil que las cosas vayan bien en el mundo de la música, así que vamos componiendo, estando contentos con lo que hacemos y confiando en que eso lo note la gente. Eso lo transmites. La edad te da ese no tener prisa, no tener muchas canciones porque sí. En directo subimos tranquilos al escenario. Son muchos años de tocar.

Eso de ir fuera a fichar a un guitarrista también tiene sus riesgos.

Joan Rubinat: Teníamos muy claro que buscábamos un guitarrista solista que no fuera el solista clásico, el de meter el solo y ya está. Queríamos que jugara con atmósferas, que muchas veces llevara el peso de la melodía del tema, con arpegios recurrentes que se te quedaran en la memoria. Fue una decisión a la primera. Habíamos probado a tres o cuatro guitarristas y siempre había alguna cosa en la química que no acababa de funcionar. Josep Maria cogió la guitarra, hizo unos arpegios y dijimos entre los tres: “Es él”. No fue un problema porque el grupo estaba aún en su embrión. No fue artificial. Lo pedía y eso nos sucede siempre. Si estamos con una canción y creemos que pide una sección de viento a lo mejor nos pondríamos a pensar si vale la pena incorporarla. No hay nada preestablecido. La canción es lo importante. Ella pide lo que quiere.

Oriol Maymó: Nosotros somos más de restar, de ir quitando. Siempre hay una tendencia a poner, a llenar, hasta que te das cuenta de que quitando ganas. La canción funciona realmente cuando tiene pocas cosas.

Gerard Joan (al redactor): Por cierto, ¿no tocarás el piano? (risas).

¿Os exigís mucho en las letras?

Gerard Joan: A mí me gusta mucho escribir, quizás no soy un Allan Poe…

Joan Rubinat: Lo que sí se ve muy marcado es el estilo. El de Gerard es completamente distinto al del Oriol. Eso da riqueza. Hay grupos que funcionan con un solo letrista y eso marca también un estilo sobre toda la música.

Gerard Joan: Luego Joan tiene que hacerse suya la letra como intérprete, y por eso tiene que ir madurando con pequeños cambios, para acabar de ajustar la métrica.

¿Por qué estás cuatro canciones en el EP?

Joan Rubinat: Lo planteamos así: “Si tenemos esto antes del viernes nos podemos presentar al DO”. Está grabado y mezclado en un fin de semana, para poder ir al DO, al que llegamos sin expectativas. Eran los temas más trabajados y que más nos definían. No fuimos a ganar, ni a competir. Fuimos a hacer el mejor concierto que podíamos, pensando, eso sí, que nuestra propuesta se merecía ganar.

¿Cómo veis el panorama musical de Tarragona? ¿Notáis más ebullición?

Gerard Joan: Hay mucha propuesta. Si te vas a Vic, hay una escena diferente, porque la propia gente articula las propuestas. Hay bandas, gente que estudia música desde pequeña… comparado con hace 15 años es muy distinta la situación.

Oriol Maymó: Cuando empezamos había un montón de bandas, luego hubo un bajón y ahora vuelve a haber más. Cuando hay muchas, también hay algunas que están muy bien. Es cuestión de proporción.

Gerard Joan: No hay una escena concreta, definida. Aquí en Tarragona hay desde rock urbano hasta punk, pasando por el jazz. Es un poti poti. Eso es positivo y negativo.

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A vosotros no se os puede etiquetar demasiado.

Joan Rubinat: Nos lo preguntan mucho… tú no nos lo has preguntado y te lo agradecemos (risas). Nos resulta muy difícil definirnos a nosotros, yo no me sabría poner una etiqueta clásica.

Oriol Maymó: Siempre nos ponemos una etiqueta, por aquello de que al final te tienes que ubicar en el mapa. Vosotros podéis utilizar la etiqueta que queráis, y si nos gusta la utilizaremos, nos la quedaremos (risas). Podemos hablar de pop, pero es algo tan amplio… Claro, Shakira hace pop, Michael Jackson hacía pop…

No os preguntaremos por las influencias, pero ¿qué estáis escuchando ahora?

Joan Rubinat: Si te lo digo, no me creerás. Llevo tres semanas en el coche a Queens of the Stone Age… y claro… comparado con Satèl·lit no cuadra.

Gerard Joan: Nos vamos pasando cosas entre nosotros. Yo llevo en el coche Standstill, por ejemplo.

Joan Rubinat: El anterior disco que llevaba era Inspira, y el anterior Delorean… Los estilos musicales que escuchamos no definen nuestro grupo, pero con matices sí ayudan a que Satèl·lit sea lo que es. Ayuda a matizar lo que se trabaja. Hay pocos grupos en los que estemos de acuerdo al 100% en que nos mole cómo lo hacen todo.

Gerard Joan: Yo, que soy muy fan de Iron Maiden, antes de un ensayo no lo llevo en el coche. Ahora hay ciertos tipos de música que ya no escucho tanto. He descubierto cosas nuevas. Antes estaba muy centrado en el rock, en el blues… Led Zeppelin, Hendrix, cosas clásicas de los 70.

¿Qué esperáis del futuro?

Joan Rubinat: Quiero que me toque la Primitiva, pero primero tengo que jugar, ¡y primero tengo que tener dinero para poder jugar…! Yo espero mucho de Satèl·lit. Soy de los que acostumbra a poner los listones muy altos. Luego me meto las hostias. Es una propuesta interesante a largo plazo. No es un grupo de un año o dos de vida. El éxito no se puede asegurar, pero que trabajaremos bien y que haremos buenas canciones sí lo tengo claro.

Oriol Maymó: Queremos ir creando cierto interés más allá de nuestro círculo, que la gente nos conozca, ir picando piedra. Queremos seguir componiendo y dándonos a conocer un poco más.

Gerard Joan: Ahora hemos tenido algunos conciertos fruto del DO y de la Fira de Música de Vila-seca. Hemos podido ir a tocar a ciertos lugares importantes, pero es un momento de crisis, y a ver cómo nos va ahora. Para algunos grupos es un drama.

Joan Rubinat: No lo englobamos en un éxito de público. Yo quiero que mi música sea escuchada por el máximo de gente posible, claro. El éxito es no ser flor de un día.

¿Hacéis vosotros la producción?

Joan Rubinat: Yo tengo un estudio en el que grabamos y masterizamos. Todo está hecho con nuestros propios medios. Es un sistema que nos da mucho poder sobre nuestra obra. No tenemos que dar explicaciones a nadie. Todo lo decidimos nosotros, sin prisas, ni tensión. Eso es muy bueno para las bandas.

Oriol Maymó: Cuando la pasta la pone otro, siempre tendrá algo que decir.

Aquello de enviar la maqueta a la discográfica ya no tiene sentido.

Oriol Maymó: Creo que no lo ha tenido nunca. De toda la vida lo hemos hecho y me da la impresión de que todos fueron envíos a la basura. Hubo una época en la que todo el mundo grababa y enviaba maquetas. Era una sobresaturación. Funciona mucho más tener un contacto directo, conocer a alguien que pueda venir a verte a un concierto… pero eso es lo difícil.

Joan Rubinat: Hoy en día hay grupos de primerísima línea que se están autoeditando. Y son grupos que venden 10.000 copias, sobre todo a nivel catalán. Mishima es una coproducción con Warner, pero es de su discográfica. El último disco de Lax’n’Busto es de RGB, y eso es management, realmente tienen una discográfica para hacer autoediciones. Si estos grupos tan punteros, que venden mucho a nivel catalán, se plantean una autoedición, será que eso tiene muchas cosas buenas. Ya no te adelantan tanto dinero los sellos para hacer tu proyecto. Te lo pagas tú como banda y luego sí aprovechas su mecanismo de marketing, mucho más fuerte que el que puedas tener tú, para hacer la distribución y toda la promoción. Hay casos muy claros, como Wilco, que se lo hacen ellos mismos. O Vetusta Morla, un ejemplo clarísimo: crean su discográfica para lanzar su álbum porque nadie les hacía caso.

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Para acabar, recomendadnos tres canciones, una por cabeza, claro.

(Se impone el silencio. Los tres piden un rato de reflexión).

Joan Rubinat:I still care for you’, de Ray LaMontagne. Cuando creamos Satèl·lit estaba loco por este disco. Esta canción me flipa. Me encanta la ambientación sonora que hay en el disco y en esta canción en especial. Esas reverbs largas que te ponen en atmósfera. Me recuerda mucho al principio de Satèl·lit. Cuando nos juntamos, yo escuchaba mucho aquella canción. Es un recuerdo personal. 

¿Eres obsesivo del sonido?

Joan Rubinat: No me obsesiono. Cuando escucho una canción no sólo la escucho a nivel de notas y letras, sino que aprecio lo que quiere significar en el sonido. Me gusta mucho cuando la mezcla del tema es un componente más. Lo analizo bastante. Me gusta que me transmita una sensación. Sónicamente, Queens of the Stone Age me sube a saco la energía. Ray LaMontagne me lleva a una dulzura que me encanta. La sónica me transporta a sitios. Supongo que le sucede a más gente. ¿No os pasa que cuando escucháis una canción recordáis el lugar en el que estábais?

Oriol Maymó: Escojo una banda que se llama Jeniferever y un tema que se llama ‘Green meadow island’. Me gusta el sonido nórdico, frío, con muchas ambientaciones. La voz y las melodías del cantante tienen un punto de The Cure, pero sin ese sonido inglés. Toda la banda tiene un posado de mucha timidez. Luego escuchas los temas y no te cuadra.

Gerard Joan (muy serio): Yo escojo ‘La Macarena’…

Joan Rubinat: ¡Sabía que lo dirías! ¡O ‘Angie’ de Rolling Stones!

Gerard Joan: No… Elijo a un grupo que se llama AltJ, y a su intro del disco de debut. Cuando les descubrí, lo hacían muy simple pero a la vez eso era lo más complicado, un poco en la idea nuestra de ir quitando cosas. Suenan de una manera muy fresca. Me gustan mucho y tengo el CD rallado, a ver si alguno de ellos me lo regala… (mirando a Joan y Oriol). No es la formación clásica. El batería lleva un set algo raro, llevan tecladillos, no tienen bajista…

Oriol Maymó: ¿Cómo? ¡Ya no me gustan! ¿No tienen bajista? ¿Qué quiere decir eso?

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