La Inercia es una movida abierta de la que participamos todos. Si usted también quiere unirse, puede apuntarse a la lista para la votación del comité organizador del grupo de trabajo de la asamblea de cultura gorda. Y si no, puede escuchar estas tres canciones y quedarse ancho.

La elección de Raúl

THE LUMINEERS – HO YEY

Cuando se dice que algo o alguien pasan a la historia, no me los imagino siendo objeto de estudios en tochacos enciclopédicos, sino colándose en un párrafo (a veces una línea) de un libro de texto. Es una grandeza, porque ahí, en esa cita breve y no en bibliografías vastísimas ni en periódicos, te viene la fama y el reconocimiento, en ese considerarte como elemento que debe formar parte de la educación básica de todo chaval.

Cuando suceden cosas supuestamente relevantes (el Rey abdica, el Papa se va, los Rolling hacen su última gira) siempre las calibro pensando: ¿entraría esto al final de mi libro de Historia de Sexto de EGB? ¿Merece tal inmortalidad? Me torturo un poco con todo gran suceso contemporáneo, como queriéndome avanzar a lo que dictarán los académicos en la cosa y, sobre todo, la perspectiva del paso del tiempo, que criba sobremanera. Todo eso lo pienso con las modas, los bombazos informativos, las muertes significantes, los cambios. Y también con los discos y las corrientes.

A esas diatribas trascendentalisísmas para la vida, de hecho, llego yo pensando por lo que está pasando con el folk, ahora nuevo folk, indie folk, o cualquier otra etiqueta a la que hay que sumar ‘más folk’. Acaso esa recuperación moderniqui y apreciable del género (en esta canción blandita y oportunista de radiofórmula va una más), quizás hace un tiempo dinámica perecedera, ya sea acreedora de un poco de bombo en los tratados sobre música; y con un poco (mucha) de suerte en los libros de tercero de ESO.

La elección de V

THE PROPELLERHEADS Y SHIRLEY BASSEY – HISTORY REPEATING

Decía el otro día un tuitero que el siglo XXI no estaba siendo secuela sino remake. Compro la idea porque los argumentos salen enseguida: auge del fascismo en Europa, crisis económica de las que dan para mucho cine brasas, Rusia calentita, los nacionalismos enconados y despuntando en la izquierda un tío llamado Pablo Iglesias. Si supiera de política o me atreviera más a pontificar de historia, les diría que aquí tenemos aviso. El escrito está en el muro.

Me sirve el apunte para recuperar una predicción, muy de todólogo de bar, que me sale de vez en cuando y que aquí a mis compadres les hace mucha gracia: que nuestra generación verá la tercera guerra mundial. A lo mejor nos pilla viejos para alistarnos (tanto tiro y yo tan viejo) pero puede que hasta oigamos las bombas caer. Los mares de Asia Oriental son polvorines magníficos, los mecanismos de cohesión internacional están (no sin razón) puestos en duda y las guerras civiles van en la sangre de más de un cabestro. Como ven, todo alegría de fin de semana.

No se me ocurre mejor plaza para ponerme a gritar como un loco conspiranoico que esta web y esta sección, reputada ya por sus reflexiones en la cosa del poder. Cambio así, ni que sea por un día, nuestro papel de demiurgos en la sombra por el de Casandras resignadas, y fantaseo con titulares en cabeceras internacionales que recen «Ya lo advirtió La Inercia». Puede que hasta convenza a mis compadres y, en un alarde de sacrificio, hagamos un Gatasombra o una Zona Muerta y evitemos el desastre por venir con secretísimas misiones internacionales. Así, si nunca estalla el conflicto, nadie podrá demostrar que no fue gracias a nosotros. Win/win.

La elección de Withor

RACHELLE SPECTOR – BABY BELIEVE

A veces me sucede que pienso en personajes míticos de cualquier ámbito y soy incapaz de recordar si están vivos o muertos. La duda surge con las personas que están más cerca del mito que de la realidad. Famosos que anduvieron por la cumbre durante muchos años pero que llevan desaparecidos algunos lustros. Son aquellos que hace siglos que no ves en televisión (o no has leído ninguna novedad sobre ellos). La falta de información provoca el olvido. Y cuando los recuerdas, la primera pregunta siempre es la misma: ¿estará muerto o vivo?

Esta semana, a raíz de un artículo, pensaba en Phil Spector. ¿Vivo o muerto? Por una parte, no me sonaba haber leído nada sobre su defunción (aunque podría llevar 10 años en el hoyo y no acordarme). Por la otra, hace mucho que no leo nada sobre el productor (he barajado la posibilidad de que esté ingresado en algún centro psiquiátrico, debido a su más que reconocida demencia). Pero ni una hipótesis ni la otra (aunque la realidad esté relacionada con ambas). Phil Spector tiene 74 años y está vivo. Y lleva desde el año 2009 encarcelado por el asesinato de la actriz Lana Clarkson. Ahí es nada.

El caso Spector cumplía todos los condicionantes que he expuesto anteriormente para sembrar un conato de duda: es un mito por lo que hizo décadas atrás, hace mucho que no sale por televisión y no salen noticias de actualidad relacionadas con su persona. Como curiosidad, produjo un disco -¡desde la cárcel!- a su mujer (Rachelle Spector) llamado ‘Out of my chelle’. El álbum, siendo benévolos,  es bastante malo –la producción roza el ridículo, ya que todas las canciones parecen la misma-. Pero oye, al menos Spector sigue vivo y además continúa trabajando. Lo cual, con los tiempos que corren, no es poca cosa.