He aquí el nuevo juguete de los inercios: un post semanal, para celebrar la llegada de los viernes, en el que cada uno de nosotros les va a recomendar una canción. Un tema por cabeza, con mayor o menor justificación según el caso. Y si ustedes se sienten generosos y dospuntocero, pueden aprovechar los comentarios para hacer a su vez sus recomendaciones. Rock it, baby.

La elección de V the Wanderer:

SID VICIOUS – MY WAY

«My Way» presume de ser el tema más versionado de la historia. Paul Anka tomó la melodía de la francesa «Comme d’habitude» y amoldó su propia letra, Sinatra la convirtió en la conciliadora despedida de un elegante vivales y de ahí al cancionero popular, al puesto fijo en los karaokes.

De todas las versiones, la que más pervierte el paquete original es la del desquiciado bajista de los Sex Pistols, Sid Vicious. Vicious, ese tío que nunca supo si se cargó a su novia. Vicious, el eterno suicida, el amante de la sobredosis. Vicious, cuyas cenizas, dicen,  tiró su madre sobre la tumba de esa joven que tal vez apuñalara.

La letra de esta versión incluye notables cambios, como «to think I killed a cat», «I fucked a bloke» y lindezas así. Aportaciones, rumorean, fruto de la improvisación del Pistols, que no se sabía la letra. La interpretación de Vicious es puro asco, asco a todo, a uno mismo y al mundo. Sid canta en lugar de romper una botella de cerveza y rajarnos el cuello.

El videoclip pone el broche de oro: aguarden al final, censuradísimo en la época. Punk sin adulterar, o sea, música adulteradísima. Que ustedes lo sufran bien.

La elección de Raúl:

THE ROLLING STONES – SHE’S A RAINBOW

Psicodelia bonita y sesentera creada dos años antes de Woodstock. Una explosión colorista, hippy y happy, pero a la vez una progresión fantástica, una especie de montaña rusa con un piano que se mantiene como guía, coros de ‘uh la la’ y una orquestación amplia, con cuerdas y hasta el melotrón de Brian Jones, leo por ahí.

La recordarán. Apple utilizó la canción hace años en un anuncio, por su innegable condición ‘buenrollista’. Me recuerda a cuando Homer Simpson se corta afeitándose y en lugar de chorros de sangre le fluyen de la barba borbotones de arco iris. La letra seguramente sea una chorrada bastante moñas, que habla de una dama hermosa y de sus colorines.

Venga a nosotros el momento ‘leyenda Rolling’: hay una versión larga que dura 4:40 con una extraña intro. Cuenta el mito que las voces del principio fueron grabadas en la entrada a una corte a la que acudieron Jagger y Richards para recibir una sentencia por posesión de drogas. Y el apunte serio cual noticia fría y rancia: la canción se incluye originalmente en el disco ‘Their Satanic Majesties Request’, de 1967.

La elección de Withor

GUILLEMOTS – SAO PAULO

¿Cuántas canciones se pueden incrustar dentro de una canción? Si hacemos caso a Guillemots, muchas, aunque cierto es que los miembros de la banda (un inglés, un escocés, un brasileño y un canadiense… conduce la policía) se valen de alargarla hasta más allá de lo esperado, aunque nunca parezca suficiente. Un delicioso teclado para empezar aderezado con unos lamentos (I could cry for miles…), una batucada que poco a poco se va haciendo más presente, una voz que aumenta al mismo ritmo que la música y un épico-festivo final más propio de una gran obra que no de una cancioncilla de un grupo de rock…

Y cuando acabas la canción, quieres ir a Sao Paulo, aunque no acabes de entender la letra. Pero sabes que no puedes ir. Entonces, vuelves a escuchar la canción. Y así van pasando los años, y sigues sin ir a Sao Paulo, pero sigues sin dejar de escuchar este temazo.