Alejandro Fernández: ‘Me gusta mucho el ítalo-dance que ponían en la Level’

La inercia se mete en política. O en comunicación viral o en heavy o en grunge o en música disco. El caso es que conversamos con Alejandro Fernández, candidato del Partido Popular al Ayuntamiento de Tarragona y exitoso trending topic en la red. La adaptación del tema ‘Alejandro’ de Lady Gaga como jingle de campaña bulle en Internet. La repercusión de la canción copa los medios: desde Jenesaispop hasta el diario de Tucumán, pasando por toda la prensa generalista. Reconózcalo: tampoco a usted se le va de la cabeza. Si cuando baila con Gaga piensa en gaviotas, ya no hay vuelta atrás.

Un amigo se disfrazó de Alejandro Fernández para Carnaval. ¿Qué le parece?

(Carcajada). ¿Y en qué consistía el disfraz? ¿Una mezcla con Lady Gaga? Yo estoy encantado de que hagan estas cosas. Jacques Chirac se enfadaba mucho cuando no salía en los guiñoles y no se metían con él. Si te hacen parodia, es que políticamente te has convertido en algo parecido a un personaje.

¿Qué beneficios ha obtenido con la canción y el vídeo?

Sobre todo, en el grado de reconocimiento. Ahora te escuchan con más atención. A la gente que ya me conocía les da igual. La clave es que los que no me conocían lo hagan ahora no sólo por el vídeo sino por mis ideas. El vídeo no aporta nada. Es sólo un instrumento para que te escuchen. Lo importante viene ahora.

Era impensable conseguir tanto alcance.

Nuestra idea era sólo tener una cancioncita. En la anterior campaña se habló mucho de la canción de Maria Mercè Martorell por Tarragona. Queríamos una más pegadiza. No pensábamos que iba a tener alcance nacional. Todo lo que afecta a Lady Gaga tiene una repercusión brutal.

¿Puede haber efectos colaterales negativos?

Dependerá de mí. Si yo no soy capaz de explicar mi proyecto a partir de ahora, sí. Clinton bailó la Macarena y ganó la reelección cómodamente, y eso que ya estaba involucrado en el caso Lewinsky. Convirtió a la Macarena en su canción de campaña. La gente relacionó a Clinton con la Macarena. Del mismo modo, pensar en ‘Alejandro’, es pensar en mí. Pero yo no bailaré. Eso ya lo garantizo.

Reagan escogió ‘Born in the USA’ y fue un desliz. Era una canción crítica con la guerra del Vietnam, que aludía casi a la vergüenza de ser americano. Él le dio la vuelta para reivindicar el orgullo ‘yanqui’. ¿Es incoherente elegir a una diva gay para un partido como el PP?

No. Vivimos unos tiempos de inquisición progre. Antes era la conservadora la que marcaba las normas. Lo he podido comprobar con las personas que se indignan como si fuera un patrimonio de los gays. Hacer cajones estanco porque es una canción gay no encaja con mi idea de la política y la vida. ¿Qué pasa? ¿Que porque George Michael es gay es patrimonio exclusivo de ese colectivo? O Rob Halford, el cantante de Judas Priest. Pues es uno de mis ídolos de adolescencia. Y sus pintas no distaban mucho de las de Lady Gaga.

Sus gustos son más de rock que de Lady Gaga.

Desde luego. A mí de adolescente me gustaba el heavy, entre finales de los 80 y principios de los 90. Mi grupo favorito era Metallica y mi disco preferido era el ‘… and justice for all’. Luego salió el Painkiller, de Judas Priest. Es el mejor disco de heavy metal de todos los tiempos. Luego seguí escuchando eso, hasta que llegó el grunge, que me pegó bastante, aunque a Nirvana les tenía bastante manía por entonces. Ahora me encantan. Me gustaban mucho Stone Temple Pilots y Alice in Chains.

¿Y luego?

Me metí en el pop británico. Era más de Blur. A Oasis les odiaba, aunque con el tiempo les reconozco méritos. El primer disco es un discazo. A finales de los 90 empecé a comprar más discos. Me gustaban mucho Screaming Trees, de Mark Lanegan, y me metí mucho en el rock de raíces, americana. Eso lo estuve escuchando durante muchísimo tiempo. También me gustan The Cure y todo el rollo británico de los 80.

¿Qué canción hubiera elegido para la campaña?

(Piensa un rato). Es complicado… Hay una de Mark Lanegan que se llama ‘Carnival’ y probablemente sea la que más he escuchado en mi vida. Pero como canción de campaña hubiera sido un coñazo…

¿Llegó a tener pintas heavys y grunge?

Y peores. Primero fui heavy. Cuando me dio por The Cure intenté llevar un look siniestro. Pero se quedó en intento. Yo era muy mimético con todo eso. Imité bastante a Joy Division. En la universidad me dio por el rock sureño americano, en la onda de grupos como Lynyrd Skynyrd o Black Crowes. Fue entre el 96 y el 98. Llevaba fulares y pantalón de campana.

¿Toca algún instrumento?

La armónica y la flauta. Tengo guitarra pero no la toco. A mí lo que me gustaba era cantar. Tengo un chorro de voz fuerte.

Labordeta cantó y fue político.

Yo podría hacer el camino al revés y montar un grupo cuando deje la política.

Alejandro Fernández, el de verdad

¿Se puede ser punk y de derechas?

Creo que sí. Mira Johnny Ramone, por ejemplo. Escribí un artículo sobre los artistas americanos de derechas. Aquí, por desgracia, todo el artisteo es súper progre, salvo Alfredo Landa y alguna noble excepción conservadora y tradicionalista. Allí, Vincent Gallo es del partido republicano. Chloë Sevigny, que fue su novia, también. James Wood también es republicano, como Johnny Ramone. ¡O Ted Nugent! Bueno, este ya es ultraderechista…

Muchos grupos de punk le han dedicado canciones… contra él.

Es un tío peculiar. Él cree que el hombre tiene que comer la carne que caza… Al final, la idea de la libertad es estética, etérea. Los gobiernos progres te acaban limitando lo que tienes que beber, dónde puedes fumar, a qué velocidad tienes que ir… En lugar de avanzar, es una regresión. A la izquierda le encanta el control de la sociedad. En España pasa eso porque mucha gente consigue asociar la derecha con el franquismo. En Estados Unidos, los rockeros que son de derechas no es que sean conservadores. Son los llamados ‘libertarian’, prácticamente anarcoliberales: no quieren que el estado se meta en nada, ni en su dinero, ni en sus costumbres. El Partido Popular es una síntesis entre el partido demócrata y el republicano, aunque yo prefiero mil veces al republicano. Soy de derechas. No me ando con remilgos.

¿Se puede ser cantautor y de derechas?

Eso es un poco más complicado. Normalmente la canción protesta tiene un punto antisistema.

Ha dicho la SGAE que no pasa nada por el vídeo pero que hubiera sido bueno haberle pedido permiso al autor.

Nosotros hemos hablado con la SGAE. A veces se habla con cierta ligereza. Un plagio es si tú ocultas la inspiración de la canción, intentas sacar provecho económico de algo que no es tuyo y no lo dices. Esto es simplemente una versión. Somos difusores de una adaptación paródica. No la hemos registrado como una canción propia. Tampoco saco beneficio económico.

¿Cómo surgió la idea de la canción?

Hay varios simpatizantes que hacen de todo en Internet. Cuando nos llegó la canción, lo primero que hicimos fue reírnos. Simplemente la colgamos en el facebook. Y fue la revolución, algo brutal. No era premeditado. La letra no es nuestra. ¡Ese rap es indescriptible!

Se llegó a decir que el que rapeaba era usted.

¡Sí, sí! (risas). La letra del rap es inenarrable. Cuando dice eso de ‘Alejandro se moja por usted’…

Eso demuestra la viralidad y la fuerza comunitaria de Internet, para lo bueno y lo malo. Los autodenominados internautas son los que más en contra de la política están. ¿Qué forma va a tomar Internet ante todo esto?

En comunicación política lo importante es el canal. Hay que cambiar el registro. Si haces política en Internet el cambio con respecto a la tele o a un periódico es diametral. Te diriges a un público de entre 15 y 35 años. Mis artículos en el blog son muy de ideología, con cosas que no diría nunca en la tele. En ese sentido, la canción no está dirigida al público de Internet. Es sólo un jingle de campaña. Si me preguntan: ¿Esta canción está dirigida a los jóvenes? ¿Pero es que te piensas que los jóvenes son tontos y me votarán por la canción? Me votarán según las esperanzas que les dé de encontrar trabajo y de dar un vuelco a Tarragona. El ocio está en un estado que da pena. Deprime. Es ‘the nothing city’.

Alejandro Fernández (Isma de Extracto de Lúpulo) con uno de los redactores de esta web (V the Ninja)

Un placer musical inconfesable.

Algunas canciones de Alaska. Si se lo digo a amigos míos, puedo tener problemas de integridad física. Me encanta ‘Electricistas’, esa de ‘ven, sube a mi nube. Yo te estaré esperando’. También Michael Jackson (empieza a sonar Billie Jean en el bar), aunque no es tan inconfesable, porque es un genio. Me he comprado ‘Thriller’, y es un discazo de arriba abajo.

¿Compra música?

Sobre todo CD. Tengo vinilo, pero estoy sin reproductor. Compré 90 vinilos geniales por tres euros cada uno en la calle Tallers de Barcelona. Joyas de saldo como The Gun Club, un grupo maravilloso de punk rock de los 80, o Jeffrey Lee Pierce, el maestro de la generación grunge en Estados Unidos. Eran discos de segunda mano pero en perfecto estado: de Led Zeppelin, Police…

¿Usa Spotify?

No. Soy muy fetichista. Me resisto a grabar desde el ordenador. Lo que tengo que no es original es porque me lo graban los amigos. Me gusta ir a comprar el disco, abrirlo… Últimamente compro menos. Me empiezo a dar cuenta de que me hago un poco mayor. Me cuesta conectar con las nuevas bandas. Dejé de comprar la Rockdelux porque no me enteraba de nada. Compraba cosas por recomendación de la revista y acabé diciendo ‘¡Vaya mierda! ¿Pero esto qué es?’. Supongo que le pasa a todo el mundo. A los que escuchaban Led Zeppelin y Deep Purple cuando les llegó el grunge dirían que aquello era una porquería. De ahora me gusta Rufus Wainwright o Arcade Fire.

¿Y grupos de aquí?

Poco. No conecto demasiado. Roger Mas me parece interesante, pero no me hace levitar. El rock en catalán ha mejorado. No tengo problemas en reconocer que Els Pets hacen ahora mejores discos que hace 15 años, aunque no son mi rollo. Puedo escucharlo pero no compro.

¿Y en castellano?

Me gusta Camarón. Me encanta Radio Futura y he profundizado mucho. Mikel Erentxun tiene algunos discos buenos. ¡Ah! Mi hermana es una fanática de La Mode y Décima víctima. Ahora estoy flipando con todo eso, que es la auténtica movida, no lo que vino después, que se hizo más famoso. ¡Glutamato Ye-ye! ¿Tú has visto a esos tíos? ¡Lady Gaga es una aprendiz al lado del cantante!

¿Se ha bajado música alguna vez?

No, con sinceridad. Lo diría sin problemas. Soy fetichista. Me pasa igual con el cine. Prefiero ir a comprarme la película por 5,95 y hacer mi colección.

Para acabar, recomiéndonos tres canciones.

‘Golden Dreams’, una canción de discoteca de los años 80 que da muy buen rollo. Es música disco, directamente para bailar. Me gustaba muchísimo la música que ponían en la Level a principios de los 90, lo que llaman ítalo-dance. Mi hermana es una experta. Es una pasada. Yo iba mucho. Recomiendo también ‘Sour girl’, una canción pop de Stone Temple Pilots. Y ‘This charming man’, de The Smiths. Para mí es la canción pop perfecta.

V the Wanderer y Raúl