Quien tiene la suerte de conocer a Faemino y Cansado desde hace tiempo, sabe a qué atenerse cuando va a verlos en directo. Sabe lo que va a ver. Sabe que se encontrará con la incansable verborrea de Cansado y los destellos de genialidad de Faemino. Sabe que habrá una apoteosis final con Arroyito y Pozuelón. Por eso, por mucho que el nuevo espectáculo se llame ¡Como en casa ni hablar!, el espectador veterano sabe que ir al teatro (en este caso, el Olympia de Valencia) es como ir a casa de unos viejos amigos.

¡Como en casa ni hablar! supone la enésima gira de Faemino y Cansado que cada año recorre los teatros españoles ofreciendo algo parecido a lo que ya conocemos… pero como ellos mismos dirían, parecido no es lo mismo, y es que aunque ciertamente la estructura del espectáculo sea prácticamente la misma, la gran mayoría de los chistes son completamente nuevos.

Como en casa ni hablar

Los detractores de Faemino y Cansado, esas pobres criaturas sin razón ni conocimiento, suelen achacarle al dúo cómico una falta de originalidad que, según ellos, solo es comparable al número de refritos que hacen. Imagino que estos pobres infelices no han visto en su vida dos espectáculos de los rojiazules, porque la realidad dista bastante de lo que dicen.

Sí, hay chistes sobre la llegada de la fama. Sí, salen Arroyito y Pozuelón. Sí, hay un número de mentalismo. Sí, todo eso es cierto… pero tan solo es la base para desarrollar gags distintos que solo coinciden en el punto de partida. Decir que es lo mismo sería como comparar a Oliver Twist y Batman «porque ambos son huérfanos».

Entonces, ¿qué encontrará el espectador que vaya a ver a Faemino y Cansado en esta nueva gira? Pues lo de siempre: puro humor. Planteamientos que derivan en conversaciones loquísimas, representaciones conceptuales, Australia, camisas de cuadros con pantalones de rayas… incluso la verdadera voz de Faemino, con suerte. Y qué vozarrón, oigan, que ya sacó a pasear en Soy un nenúfar solitario.

Faemino y Cansado

¡Como en casa ni hablar! es como visitar a un viejo amigo: a veces se acaba hablando de lo mismo, pero siempre hay nuevos matices, nuevas palabras, nuevas lecturas y nuevos chascarrillos que hacen que la experiencia sea tremendamente disfrutable. Si ya han visto al dúo cómico en directo, la estructura les resultará familiar, pero les sorprenderán los chistes. Si nunca han tenido la suerte de ver a estos dos monstruos escénicos… ¿a qué esperan?