Tres canciones, 259. La elección de Raúl:

SORRY GILBERTO – SUMMERBIKES

Ahora quedaría muy bien decir que Sorry Gilberto fue un grupo que conocimos en un garito de Berlín mucho antes de que se hicieran mundialmente famosos. Eso no ha sucedido (no a esos niveles), y a mí me ha costado recordar el nombre, que por defecto iba a rastrear en ‘google’ tontamente, ya ves para qué. ¿Iba a poner ‘banda indie que vimos en aquel viaje a Berlín y que nos gustó bastante’?. ¿Voy a tener suerte?. El grupo berlinés, ahora un dúo de ‘antifolk’, según se definen, tocaba en un subterráneo, y pura eventualidad que dimos con ellos allí mientras andaríamos en busca de un lugar en el que echar otra cerveza. Sonaron bien, amables, bonitos; gustaron a todos.

Supongo que, en la amplificación de aquella noche tranquila de Semana Santa en Alemania, hubo incluso un exceso de elogio, una efusiva celebración del hallazgo. Todos soñamos con ser el Monchi de los representantes musicales, dar con un tesorillo por ahí y que luego eso se revalorice. Mirad a Cano, que hace más de diez años vino una tarde de sábado flipadísimo porque esa mañana había arbitrado en el juvenil del Barça a un chaval argentino, un tal Leo Messi, que al final quiso el azar que se ganara la vida con el fútbol.

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Creo que fue Gonzalo quien les compró el disco (una maqueta) y les pilló el mail. Hasta contactó luego con ellos y se llegó a ofrecer como medio-agente por si alguna vez venían de gira por España y les podía montar algo. Después, como es de rigor, se les perdió la pista. De vez en cuando Sorry Gilberto ha ido saliendo, muy de higos a brevas, en esa especie de banal trivial de nuestras vidas, cada vez más difícil de acertar en el amontonamiento de años, en el olvido de lo que fueron en su día detalles o anécdotas vagas. Sucede con algunas cosas, que no perviven ni en el recuerdo, sino en el diálogo tiempo después, en esa reconstrucción que siempre se acaba sesgando.

Tres años después de aquel concierto casi íntimo, Sorry Gilberto sacaron su primer disco oficial, en 2008. Desde entonces salen a álbum cada dos años. Tocan mucho por su país y por Suiza y, a juzgar por los tempos, el recital que vimos formó parte de los inicios de una carrera sólida y más que apreciable. He vuelto a ellos no sé por qué dándome un garbeo por la red, cuando ya me los imaginaba inactivos, disueltos, y en el feliz reencuentro (sólo acordarme del nombre es ya para un aplauso) me han entrado muy bien, me han gustado mucho más que entonces, quizás contra todo pronóstico, y resignándome a que aquella noche no descubriéramos a Messi.