Tres canciones, 258. La elección de Withor:

WEEZER – ONLY IN DREAMS

El profesor del curso de guitarra que empecé hace tres meses y que acaba esta semana nos dio el primer día de clase un valioso consejo: «Aunque no toquéis, tened siempre la guitarra entre las manos, toquetead las cuerdas y el mástil, estad continuamente manoseándola». El problema es que, 15 semanas después, yo me he quedado en esa fase. Lo de sostener la guitarra se me da bastante bien (qué coño, muy bien, incluso); lo de tocar, es otra historia. Ya me lo dijo mi padre (sí, tengo el típico progenitor que es buena persona pero un poco destrozailusiones por ser tan práctico: «La tontería ésta te va a durar tres ratos. Cuando acabes el curso, la dejarás y no la volverás a tocar». Los siguientes días marcarán la sentencia, y sólo de mí depende dejar en mal lugar a mi santo padre. Me temo, sin embargo, que el señor pragmático podría tener razón…

¿Cuándo se torció mi destino? El camino a seguir parecía estar bien trazado. Desde el primer momento tuve un buen nombre en mente y un sueño al que aferrarme, las ganas y la ilusión han estado ahí, y mis compañeros inercios han estado siempre muy motivados por la práctica musical… Quizás todo hubiese sido distinto si la primera (y única) canción que compusimos los inercios (con la excepción de Víctor, que a saber dónde andaría) hubiese sido un éxito. O si al menos se hubiese grabado. O si no hubiese pasado de ser una mera anécdota.

En aquella época (tendríamos 19 o 20 años, ya ven), Raúl estaba muy motivado y practicaba con la guitarra a diario. Sabía tocar 4 o 5 acordes, número más que suficiente para labrarse toda una carrera musical, como ha demostrado la historia. Una mañana decidimos no ir a la universidad (o quizás no había clase, pero déjenme embellecer la historia) y en su lugar acordamos ir a la playa Arrabassada, y el amigo Raúl decidió traer consigo su preciado instrumento (la guitarra, ya se entiende). No sé muy bien por qué (ya ven que la historia tiene bastante de antianécdota) nos dio por componer una canción: ‘Nada en la playa’.

guitarraplaya

Queríamos que fuese una mezcla entre costumbrista y existencialista, y al final fue más bien un pichín-pachán. Observamos a nuestro alrededor para obtener algo de inspiración, metimos una referencia a la policía porque siempre vende, robamos sin piedad una frase a Extremoduro y se nos ocurrió el juego de palabras ‘nadar en la playa’-‘nada en la playa’ para parecer personas más profundas de lo que éramos. Bien mirado, la letra parece un batiburrillo entre Los Planetas y Fórmula Abierta. Respecto a la música, Raúl fue el único compositor, por lo que le corresponde a él explicar el método que utilizó (ya les aviso que no incluyó ningún acorde en Fa Mayor, por sus problemas para hacer la cejilla).

El resultado lo pueden comprobar aquí, con su letra y acordes correspondientes (parece mentira que el bueno de Raúl lo guarde todavía). Si a alguno de ustedes le hace ilusión escucharnos interpretarla en directo, tan solo tienen que pedírnoslo, a nosotros nos hará ilusión porque ya han pasado más de diez años y será nuestro primer concierto. Será una especie de comeback, pero a la inversa. Y mientras tanto, seguiremos recordando con melancolía ese día en el que compusimos ‘Nada en la playa’ y, por un momento, se nos pasó por la cabeza que podría ser la primera de muchas canciones.

@adriwithor