Cuando Pepo Busquets (Reus, 1976) decidió que quería ser músico profesional, se dedicó en cuerpo y alma. Tocaba con el grupo La Padrina, uno de los varios en los que ha participado a lo largo de su carrera, y una ilusión rota a causa de su espalda. Que un médico le dijera que no podía dedicarse a tocar no fue más que un empujón para volcarse aún más en el mundo de la música, primero para solucionar su problema físico, y segundo, para inventar un nuevo método de relación corporal y mental con la batería. Los resultados no pueden ser más satisfactorios: alabanzas de grandes bateristas como Pedro Barceló, el apoyo de una de las grandes marcas del sector, Yamaha, y la publicación del libro ‘Primero, el batería’. Se trata de la primera de una trilogía de publicaciones, bajo el método de ‘Drum & Body’, que ya está revolucionando el mundo de la batería, por las mejoras musicales y físicas que comporta.

¿Cómo te iniciaste en el mundo de la música?

Hace 18 años tenía una doble vida, por un lado un trabajo normal, y por el otro, la música. Decidí profesionalizarme y empecé a estudiar música ocho horas diarias. A las dos semanas, la espalda me reventó. El médico me dijo que debía dejar de tocar. Tenía 22 o 23 años (duda de la edad con una sonrisa) y estaba en plena época del grupo La Padrina.

¿Cuándo ves la luz al final del túnel?

Cuando me reúno con Alicia Escardó, fisioterapeuta y osteópata, y me comenta que las posiciones anatómicas para tocar la batería que me habían enseñado no eran correctas. Entonces me pongo a investigar y después de seis años de trabajo para cambiar mi postura, empiezo a trabajar con más alumnos. Se trata de trabajar la batería en todos sus aspectos, colocación de la persona e instrumento, técnicas de las manos y pies. Todos estos cambios acaban influyendo en cómo funciona la mente del batería y del músico. Una vez tuve el método definido, hablé con Ángel Alonso, batería de Vilaseca y graduado Cum Laude de la Universidad de Berkeley, en los Estados Unidos, que probó el método durante ocho sesiones. Me dijo, literalmente, que esto era acojonante, que en la universidad nunca se había tratado la batería desde ese punto de vista.

¿Cuáles fueron las mejoras?

Eliminamos tensiones de mandíbula y de manos, mejoramos la velocidad de las manos y los pies. Analizo el proceso físico, anatómico y mental que utilizamos para tocar y cómo perfeccionarlo. Este método se podría englobar en el ámbito de la prevención de riesgos laborales, pero no solo es eso, también trata la higiene del movimiento y la posición, vamos descubriendo, poco a poco, cómo se produce una mejora en el rendimiento y en la sonoridad del músico, que puede alargar su vida laboral.

El método se hubiera quedado en la intimidad si no fuera por Pedro Barceló (batería, entre otros, de Joaquín Sabina y Ketama).

Sí, lo conocí en un concierto de Sabina en Tarragona, trabajando de técnico. Me presenté y le dije que era fan suyo, me preguntó si tocaba y le dije que no pero que había investigado un nuevo método para tocar la batería. Su respuesta fue que le mirara durante el concierto y le corrigiera con posterioridad. Durante el bolo le hice varias fotos, y de forma sorprendente ¡Me estaba esperando en los camerinos! Le enseñé que hacía de forma incorrecta y me comentó que después de una gira por Latinoamérica de 40 días me iba a llamar para hacer una sesión. Al cabo de ese tiempo me llamó, le hice la sesión y me dijo que era cojonudo, que tenía que ir a Madrid para que mi método lo conociera todo el mundo.

¿Y cómo fue?

Me preparó cinco sesiones con bateristas como Pablo Serrano (Hamlet, Russian Red) o Carlos Gamón, y al poco Pedro, considerado un maestro en Madrid, me pasó el contacto de Yamaha porque consideraba que le podía interesar patentar el método. Hablé con Javier Ochoa, de la marca, tuve una reunión de un par de horas y me comentó que para comprar mi método tenía que pasar la prueba del algodón. Me fui a Jaén a hacerle una sesión a Miguel Morales, el maestro de maestros de los baterías españoles, un hombre de 60 años que tiene un estudio enorme. Le dije: «Te desmontaré todo». Él accedió y al cabo de tres horas me comentó que estaba muy bien el método y que le desmontara su batería para montarla bajo mi nueva perspectiva.

Y de aquí a la escritura de un libro que resume parte del método.

Este es el primero de tres libros que trata la batería desde un punto de vista físico y mental. En este libro solo se habla de la parte estática, analizo al humano y lo pongo en comunión con la batería. El segundo libro estará dedicado a pies y equilibrios, y el tercero, a movimientos anatómicos de las manos. Incluso ha habido alguien que me ha comentado que lo aplique al piano, ya veremos.

Háblanos un poco más de las características y ventajas del método.

He visto tocar a bateristas de talla mundial como Antonio Sánchez, Pat Meheni o Horacio el ‘negro’ Hernández, gracias a la producción de espectáculos en el Camp de Mart de Tarragona, y te das cuenta que la gente que toca mucho tiene problemas y posiciones mal planteadas desde un punto de vista anatómico. Yo separo el qué, las notas tocadas, del cómo, es decir, cómo las articulas, el proceso físico y mental. El cómo condiciona al qué, si haces un buen proceso el producto es cojonudo. Es como si el señor de la Coca-Cola hiciera la bebida en un paso en lugar de tres, se trata de optimizar física y mentalmente todos los procesos que envuelven a la batería. Así se puede conseguir mayor velocidad, mejor sonido y más comodidad.

Después de toda la vida queriendo ser batería acabas siendo reconocido por ser entrenador de bateristas.

No me considero un gran baterista. Mientras otros estudiaban la música, yo estudiaba los músculos, cómo explicar la sensación de otro músico. He grabado 17 discos y hemos hecho gira por todos lados, pero creo que soy mejor entrenador de bateristas. Desde mi mediocridad como baterista me he comido mucho la cabeza para entender qué hacía mal para provocarme la lesión y poder explicar esas reflexiones a otro músico y que las entienda. Cada tema que trabajo tiene 7 maneras de explicarse, tú lo entenderás de una forma y otro, de otra… Yo no me las he aplicado todas, no he llegado a niveles de excelencia con la batería, pero en cambio, a los alumnos sí que les hago trabajar hasta el límite.

¿Es cuestión de talento o de trabajo?

Messi tiene un talento innato. Pero seguro que si se ata las zapatillas de una forma diferente, en lugar de hacer 15 goles, hará 20. El proceso del entrenador es decirle cómo se debe atar las zapatillas. El talento está ligado a la química con el deporte o con la música.

¿Y nadie se había planteado analizar la anatomía humana para mejorar el rendimiento de un músico?

Antes de publicar el libro investigué mucho, en primer lugar, para resolver mi problema. Sin embargo, aquello que planteaba era desde un punto de vista subjetivo, me funcionaba pero carecía de base científica. En el libro, partiendo de la fisionomía y la mentalidad de un baterista, encontramos diez puntos anatómicos que cualquier persona tiene y que marcan las medidas de la batería para que ésta se adapte completamente. A veces, a los alumnos les digo que se sienten recto, nadie nos ha enseñado, y cuando lo hacen les muestras la posición en un espejo y se dan cuenta de que realmente no lo están. Los recolocas y eso es una mejora. Hay que entender cómo funciona la fisionomía, la ergonomía y el cerebro. La relación de tu cuerpo con la batería es clave y esencial para que la música funcione.

Es decir, que un músico no suele tener conocimientos sobre su cuerpo.

Es como si Marc Márquez le dice a su mecánico que quiere una motocicleta que corra, sin saber cómo funcionan las partes del vehículo, cómo se relacionan y cuáles son los ajustes y las consecuencias. El autoconocimiento no suele existir en el mundo musical de élite, y en general, los músicos se quedan más con la técnica, con aquello que pone en el papel. La docencia de hoy en día está muy basada en lo que se escribe y da igual como lo toques. En realidad, hay que entender la música desde un punto de vista contrario. El proceso que utilizas para tocar determinará si está bien o mal tocado. La prevención de riesgos laborales y la optimización de recursos provocan que toques mejor. Lo han probado grandes bateristas.

¿Y cómo has bautizado el nuevo método?

Lo he llamado Body & Drums, el cuerpo y la batería. En Internet, se pueden encontrar vídeos de demostración con el baterista Dani Cadena, que demuestran un cambio sustancial en su forma de tocar. ¿Cómo puede ser que alguien que hace giras mundiales estuviera tan mal sentado sobre la batería?