En cinco años uno puede sacarse una carrera, engendrar y criar a un párvulo, hacer un doctorado, plantar un bosque, dejarse barba de mago y hasta publicar varios libros. O también puede montarse una web cultural (revista o magazine, dicen ahora) y no conseguir nada. Nosotros, locos románticos de lo paralelo y lo tangencial, celebramos ahora haber elegido la segunda opción.

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La elección de V

DAVID BOWIE – FIVE YEARS

Efectivamente, hace cinco años todo esto era campo. Ya saben un poco la intrahistoria: arrancamos con un blog puerco cuando aquello era la norma y sin apuntar a ninguna parte, sin mirar a otro lugar que la celebración de nuestras pasiones y nuestras inquietudes. Intentando, a la vez, huir un poco de nuestros propios ombligos y hacer eso tan sonoro de ampliar horizontes. Hace cinco años no había hipsters ni revistas culturetas en blanco y negro, tampoco había casi tuiteros, pero el ruido online venía a ser el mismo. Nosotros no íbamos a ser menos.

Al cabo de un año nos metimos en la radio. Al cabo de dos, ampliamos el tema de la música (lo paramusical) a la cultura (y sus aguas internacionales). Al cabo de tres, andábamos entrevistando a algunas de nuestras figuras admiradas. Al cabo de cuatro, tuvimos el efecto Menéame y la web pareció, por unos días, a punto de ahogarse en visitas. Por el camino hemos hecho vídeos, participado en festivales de cine, creado una campaña política, escrito unos cuantos textos, contestado muchas estupideces y recomendado mogollón de canciones, libros o juegos. Nos hemos colado en conciertos, óperas y hasta salones del sexo. Y hemos jugado mucho al Alex Kidd.

Sólo en contadas ocasiones hemos conseguido el ritmo de publicación que nos gustaría, pero ninguna semana ha faltado contenido. Hemos hecho amigos por aquí y por allá y hasta tenemos lectores que repiten de vez en cuando, aunque somos conscientes de que la mayoría de ocasiones hablamos solos. La inercia nos ha empujado un buen trecho y aún nos habrá de mover más: esta movida sigue mutando y aspirando a ser una cosa libre de poses, celebrando la cultura sin caer en las trampas de lo fan brasas, soñando tímidamente y muy de vez en cuando con un público propio y sanote. Hay proyectos, yectos-pro, da-sein, y esperamos que al menos cinco años más de futuro imperfecto. Y que ustedes lo lean.

La elección de Withor

SUFJAN STEVENS – THE MAN OF METROPOLIS STEALS OUR HEARTS

¿Por qué empezamos a recomendar tres canciones cada semana? Pensamos que sería una buena manera de tener una entrada semanal y así asegurarnos una cierta constancia en el ritmo de actualización de la web. Lo siento por los que habían imaginado un origen más épico…

¿Cómo somos capaces de llevar casi cinco años recomendando una canción por semana? Porque somos melómanos, nos gusta escribir y firmamos un contrato con una multinacional que no nos permite descansar. Sobre todo por esto último.

¿Qué trucos tenemos si estamos poco inspirados? Víctor dice que en realidad tenemos cinco o seis patrones y siempre los vamos repitiendo. En mi caso, si no tengo ninguna canción en mente, primero escribo el texto y luego pienso (o trato de descubrir) una canción que pueda encajar. Como por ejemplo hoy.

¿Nos hemos repetido alguna vez? Ya lo saben… Servidor cometió la primera (y de momento última) cagada, encima con una canción que ni fu ni fa… Y una vez jugamos a recomendar los tres la misma canción: ‘Nuevos planes, idénticas estrategias’.

¿Hemos recomendado canciones que no nos gustan? Yo sí. Y creo que mis compis también.

¿Alguna vez ha fallado la Santísima Trinidad de recomendadores? Sí, sobre todo yo, por irme de vacaciones sin dejar la entrada preparada. Pero para esos casos de emergencia están Cano el Cuarto o el millón de monos.

¿Hasta cuándo vamos a seguir con esta locura? El reto que tenemos como triunvirato es continuar hasta que, extenuados, nuestras mentes nos digan que ya está, que ya no podemos más.

¿Cuándo será eso? Quizás pronto demos alguna noticia al respecto… Pero tranquilos. Además, estamos en plena celebración por nuestro quinto aniversario. Tengan compasión de nosotros y felicítennos, que nos vamos por ahí a gambitear un rato.

¿Estáis orgullosos de lo que estáis haciendo? Mucho. Para mí, y lo digo muy en serio, es una de las cimas de mi vida.

La elección de Raúl

JEAN MICHEL JARRE – EQUINOXE 5

Lo que comenzó siendo un desahogo, una enrabietada vía de escape, pudo acabar en dominación mundial… pero no, al final (de momento) no. La inercia cumple un lustro, que en perros y en internet viene a ser toda una vida. Recuerdo la noche en que nació la idea, con un origen muy poco histórico y épico: andábamos más o menos frustrados en nuestros trabajos (de escribir, por otra parte) y en lugar de coger motosierra y pasarse por despachos le dimos a ‘crear blog’ en wordpress, todo muy terrorista.

A mí, aunque la etiqueta venga ya pequeña, me gusta reivindicar el inicio como blog, porque en esa digna categoría sí somos los campeones del mundo en longevidad en la web, incluida la Red Tor y esas catacumbas. Suena simplón, pero acabo de acuñar la expresion ‘bajarse a La inercia a escribir’. Para mí, todo esto es algo así como tener una banda paralela experimental que, poca broma, acaba dando las mayores satisfacciones. En estas aguas procelosas me gusta sentirme tonta y brevemente punk.

Al bombardeo de filias vitales (esta canción retrata un poco aquellos inicios) le siguió la amplitud de miras (entrevistas de lujo, crónicas top, descubrimientos insólitos) y la terapia constante: cotas de placer vinieron con el desfogue, con el delirio en las ideas, con la perversión bicharra de los géneros, con la bandera que hacemos de lo infra, con el humor y también, ojo, con la sensibilidad para cosas como la ópera. Reduciendo mucho, La inercia, un juego muy serio, ha sido estos cinco años un escaparate de animales con buen gusto y elegancia. Y ahí seguiremos, festejando la terquedad, hasta que nos paguen por esto o, en su defecto, hasta que haya alguien que, de aquí a medio siglo, aún siga leyendo.

Así fueron los otros aniversarios:

· AÑO UNO:Tres (cuatro) canciones, asalto veintitrés: Un año de Inercia‘.

· AÑO DOS:Tres canciones, 80: Dos años de paramúsica‘, que contó con la aparición estelar de Desiderio.

· AÑO TRES:Tres canciones, 133: Tres años haciéndonos los expertos‘ y el vídeo ‘Especial 3 años: La Inercia vs. Alex Kidd 5‘.

· AÑO CUATRO: ‘Tres canciones, 184: Cuatro velas’, en el que cada inercio recomienda una canción previamente recomendada por otro.