Burton, Schumacher, Nolan. Ésta va a ser la única vez que sus nombres aparezcan en este texto. Aquí hablamos del otro cine de Batman, el que se mueve al margen de blockbusters y grandes presupuestos, el que unos filipinos, unos turcos o unos mejicanos se cascan sin pagar los derechos, el que añora viejos y horteras tiempos o el que cuenta, desde la modestia de la animación, historias inolvidables.

Nos habíamos quedado en los 80, cuando figurones como Frank Miller o Alan Moore hicieron caer la noche sobre Gotham. Batman había cambiado y hasta las series de animación, con ‘Batman: The Animated Series’ como mejor representante, se metían en jardines psicológicos, traumas y universos llenos de bichos raros.

Batman y su máscara en ‘Mask of the Phantasm’.

Los mismos creadores de esa serie, Bruce Timm y Paul Dini (a raíz de ella, autoridades batmanitas) se encargaron de llevarla a la gran pantalla: en 1993 se estrenó en salas (tras el buen tino de algún ejecutivo, que decidió que el directo a vídeo no le hacía justicia) ‘Batman: Mask of the Phantasm‘, enmarcada en la continuidad del show televisivo. Recuerden bien su nombre: es una de las mejores películas, así, en letras grandes, del personaje.

La realización es cinemática, elegante. El diseño, clásico, minimalista, con buen gusto y un fascinante uso de las sombras. La banda sonora, de epopeya. El guión, sólido y medido, con numerosos flashbacks que muestran el origen y formación del personaje. Y nunca habrá mejor voz para Batman que la de Kevin Conroy ni para el Joker que la de Mark Hamill. Ser fan del hombre murciélago y no haber visto ‘Phantasm’ es falta grave. 

La serie dio otra película directa a vídeo, mucho más modesta e intrascendente, llamada ‘Batman & Mr. Freeze: Subzero’ (1998). Aquí Wayne se limita a mera comparsa de Robin (¡qué difícil es que este personaje no moleste!) y de Barbara Gordon, el villano no da mucho de sí y el guión se sustenta en una sarta de felices coincidencias. Al menos, no sale Schwarzenegger brillando. Se deja ver, pero ‘Phantasm’ es cine y esto, un capítulo largo.

Wayne y McGinnis. Las dos mitades de Batman.

Con el cambio de milenio vino la fiebre por lo futurista y el cyberpunk tardío. Así surgió ‘Batman Beyond’, una nueva serie sobre un Bruce Wayne anciano que educa a un joven huérfano, Terry McGinnis, para ser su sustituto. Las tenía todas para mear fuera de tiesto: Neo-Gotham, protagonista adolescente, ciencia ficción de manual, relevo innecesario, seguimiento de modas. Pero, ey, funcionó. El viejo y testarudo Wayne estaba clavado y su relación con McGinnis daba brillo a ambos personajes. Las tramas eran interesantes, la acción potente y el nuevo entorno iba más allá de la moda pasajera.

Para rematar, se creó una película, ‘Batman Beyond: Return of the Joker‘ (2000), que enlazaba ambas épocas y mostraba lo mejor de los dos Batman. El presupuesto justico para directo a vídeo se nota y limita la cinta, pero la humildad formal se compensa con una gran ambición narrativa: ahí está ese flashback con la causa de que Wayne cerrara el chiringuito o sus momentos de fragilidad una vez envejecido. El acierto de ‘Beyond’, y en la película se aprovecha al máximo, es mostrar los límites humanos de Wayne, cómo necesita un sidekick que llegue donde su cuerpo ya no llega y cómo su mente sigue siendo la del Caballero Oscuro. McGinnis es el primer «Robin» con pleno sentido o, mejor aún, la mitad de un Batman dividido. Quiero un ‘Batman Beyond’ de imagen real. 

Batman y la «Batimujer».

Con un estilo cercano a la anterior serie animada se lanzó en 2003 ‘Batman: Mystery of the Batwoman‘, un paso por encima de ‘Subzero’ pero con similares defectos y virtudes. La trama detectivesca cumple, Batman lleva el peso de la historia y el misterio de la identidad de la nueva Batwoman (a la que en castellano llaman, tachán, «Batimujer») está bastante bien resuelto. Aún así, no deja de ser un capítulo extendido, prescindible y bastante infantil. No hay mejor prueba de esto que sus villanos: un blandísimo Pingüino y un Bane que sólo se deja ver por ahí a la hora de las tortas.

Igualmente olvidable pero menos simpática es ‘The Batman vs Dracula‘ (2006), tercer enfrentamiento cinematográfico de los dos personajes, esta vez derivado de la feísima serie ‘The Batman’. Con una música molesta, un diseño de personajes que hace santiguarse a las abuelas (el Joker vampiro parece Blanka) y una historia tontuna, los días de gloria de ‘Mask of the Phantasm’ quedaban lejos. Y en la DC debieron de pensar lo mismo, porque espabilaron que da gusto: la siguiente película animada, ‘Batman: Under the Red Hood‘ (2010) es una de las mejores cintas del darkknight.

Adaptando una historia central (aunque controvertida) de los cómics, con una realización dinámica y esmerada y un guión de lujo que muestra a un Batman maduro enfrentándose a su mayor fracaso, ‘Under the Red Hood’ es una imprescindible en la estantería de todo batmanita. Tal vez sea demasiado moderna para mí, que prefiero el Batman art deco de Timm, pero muchos no dudan en ponerla por encima de ‘Mask of the Phantasm’.

‘Under the Red Hood’, un logro animado.

Tras esta película, la DC se ha venido arriba. Por lo pronto, el año pasado adaptó uno de los libros más importantes del personaje con ‘Batman: Year One‘, correcta pero demasiado literal, tal vez demasiado fiel a la fuente como para tener vida propia. Sabe a poco si conocen el cómic; si no, disfrutarán de una de las mejores historias del Caballero Oscuro y una de las principales inspiraciones para ‘Batman Begins’. Ahora andan metiéndole mano a ‘Dark Knight Returns’, la burrada de Frank Miller que época y es la polla y todo eso.

El Batman de Frank Miller en movimiento.

Si aún andan con apetito, la división animada de la DC tiene un par de cintas más en las que el hombre murciélago comparte protagonismo con Superman, ‘Superman/Batman: Public Enemies‘ (2009) y ‘Superman/Batman: Apocalypse‘ (2010). Yo, por mi parte, no tengo el más mínimo interés en verlas, vaya a ser que crean que me interesa la maldita Liga de la Justicia.

(Y mañana… ¡Tetas! ¡Risas! ¡Más tetas!)

V the Wanderer