Hace seis años descubrió la natación en mar abierto y hoy se prepara para cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar. Será el mes que viene, junto a tres compañeros del Cambrils Club Natació. Toni Pérez-Portabella, nadador máster y profesor de Comunicación en la URV, nos habla de este deporte, del cambio que supuso en su vida, de la música que le acompaña en el agua y de la natación open water en los medios.

¿Qué es un nadador máster?

La natación es uno de los pocos deportes en los que se puede competir toda la vida. Hay competición oficial hasta pasados los 80 años. Un máster es un nadador federado que participa en esos torneos. Muchos son ex nadadores y otros nadadores que se acaban de hacer, como yo.

 ¿Cómo son?

No somos tan veloces, pero sí muy fuertes, muy resistentes.

 De ‘profe’ de universidad a nadador. ¿Cómo es eso?

Decidí apostar por un deporte, quizás por la edad. Dejé de fumar y me apunté a un curso de natación. Yo tenía un problema: la respiración, me cansaba mucho. Hice algo de larga distancia. Para mí había un gran reto: la travesía de Salou. Me preparé durante cinco años.

 ¿Por qué la natación?

Me ayuda a escucharme a mí mismo. Me hace crecer como persona. Mentalmente la natación te hace muy fuerte, más si nadas en el mar, que tiene ese componente de la naturaleza. Ha sido un descubrimiento en mi vida. No lo dejaré jamás.

 ¿Qué te da?

Me enriquece. Son vasos comunicantes, creces en el mundo laboral, familiar… Cuando estás en el agua, habitas en otro medio y coges una distancia con tu día a día. Te permite escucharte y sentirte. Es como una técnica oriental. Estás sintiéndote a ti mismo, distanciándote de tu día a día, de los problemas.

 Vaya, eso es énfasis.

La natación no tiene impacto. Te tonifica. El cansancio del atletismo es muy acusado. En cambio, cuando acabas de nadar estás relajado.

 Así que eres un hombre nuevo.

Mentalmente estoy mucho más abierto, más cómodo, no tengo tanta presión. Sé decir que no. Estoy más seguro de mí mismo.

 ¿Hasta dónde es importante la conexión con la naturaleza?

En el mar conectamos con el medio. Ahora, en invierno, sentimos el entorno de manera muy íntima. Luchamos contra las olas ganándonos la libertad. Nos sentimos muy libres y tremendamente privilegiados de sentir esa energía, esa solitud, ese vínculo al nadar con otros. Somos almogàvers del mar. Nos consideramos mercenarios que nos vamos al mar a luchar, aunque siempre es el mar el que manda. Es muy democrático. No hay dinero ni posición social.

 ¿En qué se piensa en alta mar?

Los sentidos se agudizan: la respiración, la entrada de la luz, los movimientos de las olas, el viento, el agua que te acaricia el cuerpo, la vista, los compañeros. Es una vivencia sensitiva muy importante, además del esfuerzo y el trabajo mental.

 ¿Engancha?

Siempre quieres más. Nos consideramos ‘nadadictos’.

Pérez-Portabella en el Campionato Galego de Natación Open Máster (febrero de 2012)

 Pero habrás sufrido.

He tenido pájaras. En la Marnatón tuve un mareo a los tres kilómetros. Te quedas muy bajo. Cuando estás tan mal, vomitando en alta mar, y te quedan cuatro kilómetros… debes trabajar la mente. Son curvas de esfuerzo que tienes que trabajar.

 ¿La clave está en la cabeza?

Dicen que este deporte es 80% mental y 20% físico. Y en lo mental hay un componente de la técnica extraordinario: cómo respirar, cómo utilizar la brazada, cómo alimentarse, la flexibilidad del cuerpo…Hay gente muy mayor que hace larga distancia. Regulan el esfuerzo y superan esas curvas de dolor.

 ¿Te ves nadando a los 70?

Ésa es mi aspiración: nadar toda la vida. La filosofía máster es nadar hoy y nadar siempre. Me gusta relacionarme con personas del planeta agua.

 ¿Rejuvenece?

En el Estatal competía gente de 85 años. Son ejemplos de superación. Veías sus caras y eran personas jóvenes, en la forma de hablar, de relacionarse.

 ¿Hay convivencia con fauna?

Sí, pero en Tarragona el mar no está bien. Hay poca vida. Vemos bancos de medusas y eso no es normal en según qué fechas. Son señales de alarma.

¿Escuchas música en los entrenos?

En ocasiones sí escucho música. Utilizo un curioso reproductor mp3 de vibración ósea que no me tapona los oídos y me permite escuchar canciones pero también sentir el mar y mi propia respiración mientras nado.

Pérez-Portabella intentará cruzar el Estrecho a nado en equipo.

¿Qué música te anima mientras nadas?

Escucho todo tipo de música. Desde música electrónica comercial como David Guetta a bandas sonoras como la de ‘Batman Begins’, con la que puedo imaginarme en una batalla. En los playlist que construyo siempre hay alguna pieza de grupos como Safri Duo, Mo Horizon’s o Thievery Corporation con ritmos bien marcados pero muy variados.

La música sirve de guía para el ritmo.

Al contrario de lo que la gente puede pensar, la base rítmica en natación puede adaptarse a diferentes tempos como pueden ser la frecuencia de la respiración, la de las brazadas, la de patada o del propio corazón.

Por aquí andamos obsesionados con las canciones sobre el mar. ¿Hay alguna que te guste en particular?

¡Muchas! Hay dos canciones que se han convertido un poco en himnos para los nadadores de aguas abiertas. Una es ‘Mensajes de agua’ de Macaco y otra ‘La meva terra es el mar’ de Lax ‘n’ Busto. Las dos expresan valores que se desprenden de nadar en el mar como la libertad y la igualdad sin fronteras. Un clásico romántico es sin duda, ‘Sea Of Love’; su mejor versión, para mi, la ochentera de Robert Plant. En este repertorio, es lógico que ‘Al Mar’ de Manel y ‘Mediterráneo’ de Serrat ocupen también los primeros puestos.

¿Y música por, para o sobre nadadores?

Vale la pena escuchar a un grupo de nadadores de aguas abiertas madrileños (Nadandolibre y HHector) que han creado el denominado Hip-HOpen-Water. Su canción ‘Nadando libre‘ expresa muy bien el espíritu y carácter del nadador.

Algunos de los retos cumplidos.

Como experto en comunicación, ¿qué opinas de la cobertura de este deporte?

La natación de aguas abiertas prácticamente no tiene cobertura mediática. Los motivos parecen evidentes: es un deporte todavía minoritario, está muy poco profesionalizado y esponsorizado y existe una dificultad técnica y logística para realizar un seguimiento de las travesías en el mar. Hasta que no existan intereses comerciales y gabinetes de comunicación detrás de las pruebas, como por ejemplo está empezando a pasar con las carreras atléticas, difícilmente se incrementará su difusión.

¿Algún ejemplo a seguir?

Desde mi punto de vista, un buen ejemplo de tratamiento informativo en deportes minoritarios lo podemos encontrar en los medios de comunicación de Euskadi. Allá, deportes como la natación, las traineras, la pelota vasca, las marchas populares o el ciclismo amateur reciben una mayor cobertura, empezando en el deporte escolar.

La natación en mar aparece de manera aislada en los medios.

Desgraciadamente los únicos valores que se reflejan en los medios son aquellos relacionados con la épica y la espectacularización. Los medios se limitan a mostrarnos a “súper hombres” como David Meca realizando logros extraordinarios e imposibles… pero olvidándose de aspectos claves de éste deporte como  la preparación mental, el trabajo en equipo, el entrenamiento físico, el desarrollo de la técnica y la adaptación y respeto por el entorno, el mar.

¿Cual es el estado del periodismo deportivo en general?

Ante un escenario evidente de crisis de los medios generalistas, sí soy algo optimista en el desarrollo cada vez más pronunciado de un periodismo especializado y centrado en deportes específicos. Un tipo de periodismo más divulgativo y técnico, donde el protagonista es el lector, que es el deportista, y ya no tanto el crack mediático externo. Se trata de un periodismo que crea “comunidad”, muy transversal al tratar aspectos de medicina, nutrición, turismo, medio ambiente y conecta y enriquece deportistas no centrándose sólo en los resultados.

 raúl y V the Wanderer

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